Los científicos están desconcertados ante los datos que la sonda Cassini ha enviado de la luna más grande de Saturno
Los científicos están desconcertados ante los datos que la sonda Cassini está enviando de Titán, la luna más grande de Saturno. Nadie esperaba que bajo su brumosa atmósfera de metano y otros hidrocarburos apareciera una rígida corteza de hielo.
Ahora ya no cuadran las teorías que se habían formulado sobre la
dinámica entre la atmósfera y la superficie de Titán, que preveían la
existencia de una corteza flexible.
Un mundo oscurecido por la bruma es ideal para ocultar
secretos, y esto es precisamente lo que está pasando en Titán. Un nuevo
estudio sugiere que la luna de Saturno tiene una gruesa y rígida corteza
de hielo, un hallazgo que confunde a los científicos cuyas
explicaciones sobre la dinámica de su superficie y atmósfera se basan en
una corteza flexible." Ya las cosas en Titán eran difíciles de
explicar. Esto lo vuelve aún peor", comenta el coautor del estudio Doug
Hemingway, geofísico planetario de la Universidad de California, quien
añade que "se acrecienta el misterio de un cuerpo ya de por sí extraño".
Titán es la luna más grande de Saturno y está envuelta por
una gruesa atmósfera. La Sonda Cassini, de la NASA, que ha orbitado
Saturno desde 2004, se ha asomado a través de la bruma naranja de Titán
para descubrir que el metano y otros hidrocarburos de su atmósfera se
precipitan en forma de lluvia para llenar grandes lagos, y se congelan
para formar dunas crecientes. Cassini también ha recogido evidencias de un océano de agua líquida, separada de la superficie por una capa de hielo.
Hemingway y sus colegas realizaron lo que pensaban que
sería un análisis de rutina de dos nuevos conjuntos de datos de la
Cassini: un seguimiento sobre la gravedad de Titán y otro sobre su
topografía en diferentes puntos de la superficie. Se esperaba que las
regiones montañosas de Titán, donde la corteza es más gruesa, tendrían
la gravedad algo mayor que las zonas de baja altitud, debido a su masa
extra. Pero Hemingway se sorprendió al encontrar la conexión opuesta.
"Las regiones más altas tenían la gravedad más baja. Pensamos que
teníamos que revisar nuestros conocimientos de matemáticas", comenta el
científico.
Demasiado gruesa
Después de asegurarse de que el análisis era correcto, el
equipo de Hemingway se dedicó a intentar explicar la relación extraña
entre altura y peso. Su atención se dirigió rápidamente a la frontera de
la corteza de hielo que se encuentra sobre el océano subyacente. Debido
a que el hielo es menos denso que el agua líquida, las regiones más
gruesas de la corteza deben de ser más boyantes, provocando que suba el
hielo y se creen montañas en la superficie. Pero eso sólo puede ocurrir
si la corteza es delgada o sea, lo suficientemente flexible como para
permitir ese movimiento.
Cuando los investigadores conectaron en sus ecuaciones la
topografía con las lecturas de la gravedad, se encontraron con que la
capa de hielo de Titán es probablemente demasiado gruesa y rígida para
permitir que el hielo empuje hacia arriba la corteza. En vez de esto,
los trozos gruesos se mantienen sumergidos debido a su baja densidad,
porque tienen menos masa que el agua que desplazan, reduciendo de este
modo la gravedad en esa zona.
Además, el equipo de Hemingway cree que el viento y la
lluvia de Titán causan la erosión que transporta la masa de los picos de
las montañas a los valles inferiores, acrecentando aún más está
aparente conexión inversa entre la elevación y la gravedad. Todos estos
hallazgos aparecen esta semana en Nature.
Lluvia de metano
Entender el grosor y la rigidez de la capa de hielo de
Titán es crucial para averiguar lo que alimenta la lluvia de metano de
esta luna, que forma lagos y dunas. La atmósfera de Titán contiene tanto
metano que si todo él se precipitara en forma de lluvia, formaría una
capa global de 10 metros de espesor. Sin embargo, los científicos no
tienen ni idea de dónde proviene ese metano.
Hasta que apareció el nuevo estudio, el origen más lógico
para el metano parecía estar en el interior de la luna, muy por debajo
de su superficie, dice el científico planetario de la Universidad de
Cornell, Jonathan Lunine. Pero sería muy difícil que el metano llegara
hasta la atmósfera atravesando una costra gruesa y dura. Lunine dice que
espera que los científicos puedan resolver este misterio antes de 2017,
cuando la sonda Cassini se desplomé en Saturno y poniendo fin a su
misión. Mientras tanto, Titán sigue protegiendo sus secretos tras su
espesa y anaranjada atmósfera.
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