Si cae Siria, cae Irán y luego el ataque va directamente contra Rusia"
Poder atacar Irán, promover intereses propios en Oriente Próximo,
lanzar una destrucción generalizada de la región y lanzar "un enorme
desafío a Rusia" son los objetivos de la intervención internacional en
Siria, según el analista Adrian Salbuchi. "Lo que quiere EE.UU. es
llegar a Irán, pero a través de Damasco. Primero, tienen que hacer caer a
Damasco para concentrar luego todo el fuego contra Irán", insiste
Salbuchi. Las acusaciones contra el Gobierno de Al Assad sobre el uso de
gas mortal son absurdas, opina. "En EE.UU. hay una actitud de
tolerancia cero hacia los estados auténticamente soberanos que no se
alinean a EE.UU. No hay puntos intermedios: o se está con EE.UU. o se
está en contra de ellos", comenta el analista.
Al mismo tiempo,
advierte de que una acción militar en Siria podría desembocar en unas
consecuencias totalmente imprevisibles. "Siria es un aliado tradicional
de Rusia. Si cae Siria, luego cae Irán y luego el ataque va
directamente contra Rusia, con lo cual estamos viviendo momentos muy,
muy peligrosos. Se está jugando con fuego y el descontrol de esta
situación incluso podría derivar en una confrontación entre las
potencias occidentales y Rusia y sus aliados de consecuencias
absolutamente imprevisibles", argumenta.
La retórica bélica de
países como EE.UU., Reino Unido, Francia, Turquía y Alemania hacia
Siria se incrementó en los últimos días. A pesar de que los
investigadores de la ONU todavía no han confirmado los ataques químicos
durante el conflicto sirio, dan por hecho el uso de gases mortales por
parte de las tropas gubernamentales e insisten en la necesidad de
emprender una acción militar en Siria sin la autorización de la ONU, ya
que la iniciativa requeriría la aprobación por parte de Rusia y China en
el Consejo de Seguridad, y ambos estados se oponen a la intervención
internacional en el país árabe.
Si cae Siria, cae Irán y luego el ataque va directamente contra Rusia"
Poder atacar Irán, promover intereses propios en Oriente Próximo, lanzar una destrucción generalizada de la región y lanzar "un enorme desafío a Rusia" son los objetivos de la intervención internacional en Siria, según el analista Adrian Salbuchi. "Lo que quiere EE.UU. es llegar a Irán, pero a través de Damasco. Primero, tienen que hacer caer a Damasco para concentrar luego todo el fuego contra Irán", insiste Salbuchi. Las acusaciones contra el Gobierno de Al Assad sobre el uso de gas mortal son absurdas, opina. "En EE.UU. hay una actitud de tolerancia cero hacia los estados auténticamente soberanos que no se alinean a EE.UU. No hay puntos intermedios: o se está con EE.UU. o se está en contra de ellos", comenta el analista.
Al mismo tiempo, advierte de que una acción militar en Siria podría desembocar en unas consecuencias totalmente imprevisibles. "Siria es un aliado tradicional de Rusia. Si cae Siria, luego cae Irán y luego el ataque va directamente contra Rusia, con lo cual estamos viviendo momentos muy, muy peligrosos. Se está jugando con fuego y el descontrol de esta situación incluso podría derivar en una confrontación entre las potencias occidentales y Rusia y sus aliados de consecuencias absolutamente imprevisibles", argumenta.
La retórica bélica de países como EE.UU., Reino Unido, Francia, Turquía y Alemania hacia Siria se incrementó en los últimos días. A pesar de que los investigadores de la ONU todavía no han confirmado los ataques químicos durante el conflicto sirio, dan por hecho el uso de gases mortales por parte de las tropas gubernamentales e insisten en la necesidad de emprender una acción militar en Siria sin la autorización de la ONU, ya que la iniciativa requeriría la aprobación por parte de Rusia y China en el Consejo de Seguridad, y ambos estados se oponen a la intervención internacional en el país árabe.
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