“Sospecho que el próximo colapso financiero y económico será aquel con el que no podremos lidiar”, sentencia Jim Rogers. Esto causará el “pánico” de los bancos centrales justo en el momento en que habrán perdido toda credibilidad.
Hace unos días, el portal de Peak Prosperity entrevistó al célebre “gurú de las materias primas”, el estadounidense Jim Rogers, un inversionista liberal que se ha destacado por ser un acérrimo crítico de las políticas intervencionistas de los bancos centrales. Este analista ha tenido la oportunidad de entrevistarlo también, y sin duda, sus palabras siempre encierran una gran enseñanza, porque además de sus muy amplios conocimientos teóricos, es un viejo “lobo de mar” de los mercados, donde se volvió multimillonario.
En la entrevista, Rogers hizo nuevas advertencias sobre lo que le espera al mundo: mayores confiscaciones de riqueza por parte de los planificadores centrales, un colapso mayúsculo de los mercados financieros, el regreso del oro como la inversión preferida, mayores caídas en los precios del petróleo –seguidas de una reversión de esa tendencia–, el rebote de Rusia, el estallido de la burbuja en China y la revalorización de las materias primas, en especial, las agrícolas.
Un disturbio se aproxima
En su opinión, en el transcurso del próximo año o dos veremos grandes problemas en los mercados financieros del mundo. Esto causará el “pánico” de los bancos centrales justo en el momento en el que habrán perdido toda su credibilidad. El resultado, por paradójico que resulte, será que imprimirán de nuevo más dinero y los gobiernos se endeudarán más y más tratando de “estimular” la economía. La vieja y perjudicial receta de siempre.
Rogers vaticina que la gente se negará a continuar jugando este juego, y que, entonces, nada ni nadie podrá rescatarnos. Es justo por esto que asegura que los buenos tiempos del oro volverán, pues no hay duda de que cuando de crisis de desconfianza se trata, nada iguala al oro. Cuando se tiene en propia mano, no es susceptible de ser eliminado de las hojas de balance de los bancos y, por tanto, el riesgo de impago es nulo. “Sospecho que el próximo colapso financiero y económico será aquel con el que no podremos lidiar”, sentenció.
Asimismo reveló que por el momento su mayor posición la tiene en dólares estadounidenses, no porque tenga en ellos una gran confianza, sino porque cuando llegue el momento crítico, la gente correrá a los activos “refugio” que conoce. Pese a que el dólar sea una divisa terriblemente corrompida y que la deuda del país que la emite sigue crece y crece, “la gente no sabe qué más hacer” que correr a él.
Dólar se inflaría en nueva burbuja
De modo que, para Rogers, el dólar podría incluso llegar al nivel de burbuja. Por supuesto, esto no sería bueno para el oro ni para el resto de los activos en el corto plazo, pero a aquellos tenedores de dólares les brindará la oportunidad de adquirirlos a precio de ganga.
El mensaje que este gurú nos envía, pues, es que dadas las frágiles condiciones de la economía y los mercados globales –a pesar de la mentira que repiten los medios predominantes de la “recuperación”–, es cuestión de tiempo para que una nueva crisis del nivel de la de 2008-2009 nos golpee.
Cuando eso ocurra, las burbujas reventarán y es posible que se infle una nueva en el dólar. Será entonces el momento justo de tener el valor de cambiar esos corrompidos billetes verdes por activos como materias primas agrícolas, oro, plata, etc., que nos permitan protegernos del siguiente colapso. Ésa, la madre de todas las burbujas, será la del dólar, y tras su estallido es posible que incluso pierda para siempre su carácter de divisa de reserva.
Las advertencias de los verdaderos expertos ahí quedan para quien las quiera escuchar. El momento de prepararse, es ahora. FUENTE
En la entrevista, Rogers hizo nuevas advertencias sobre lo que le espera al mundo: mayores confiscaciones de riqueza por parte de los planificadores centrales, un colapso mayúsculo de los mercados financieros, el regreso del oro como la inversión preferida, mayores caídas en los precios del petróleo –seguidas de una reversión de esa tendencia–, el rebote de Rusia, el estallido de la burbuja en China y la revalorización de las materias primas, en especial, las agrícolas.
Un disturbio se aproxima
En su opinión, en el transcurso del próximo año o dos veremos grandes problemas en los mercados financieros del mundo. Esto causará el “pánico” de los bancos centrales justo en el momento en el que habrán perdido toda su credibilidad. El resultado, por paradójico que resulte, será que imprimirán de nuevo más dinero y los gobiernos se endeudarán más y más tratando de “estimular” la economía. La vieja y perjudicial receta de siempre.
Rogers vaticina que la gente se negará a continuar jugando este juego, y que, entonces, nada ni nadie podrá rescatarnos. Es justo por esto que asegura que los buenos tiempos del oro volverán, pues no hay duda de que cuando de crisis de desconfianza se trata, nada iguala al oro. Cuando se tiene en propia mano, no es susceptible de ser eliminado de las hojas de balance de los bancos y, por tanto, el riesgo de impago es nulo. “Sospecho que el próximo colapso financiero y económico será aquel con el que no podremos lidiar”, sentenció.
Asimismo reveló que por el momento su mayor posición la tiene en dólares estadounidenses, no porque tenga en ellos una gran confianza, sino porque cuando llegue el momento crítico, la gente correrá a los activos “refugio” que conoce. Pese a que el dólar sea una divisa terriblemente corrompida y que la deuda del país que la emite sigue crece y crece, “la gente no sabe qué más hacer” que correr a él.
Dólar se inflaría en nueva burbuja
De modo que, para Rogers, el dólar podría incluso llegar al nivel de burbuja. Por supuesto, esto no sería bueno para el oro ni para el resto de los activos en el corto plazo, pero a aquellos tenedores de dólares les brindará la oportunidad de adquirirlos a precio de ganga.
El mensaje que este gurú nos envía, pues, es que dadas las frágiles condiciones de la economía y los mercados globales –a pesar de la mentira que repiten los medios predominantes de la “recuperación”–, es cuestión de tiempo para que una nueva crisis del nivel de la de 2008-2009 nos golpee.
Cuando eso ocurra, las burbujas reventarán y es posible que se infle una nueva en el dólar. Será entonces el momento justo de tener el valor de cambiar esos corrompidos billetes verdes por activos como materias primas agrícolas, oro, plata, etc., que nos permitan protegernos del siguiente colapso. Ésa, la madre de todas las burbujas, será la del dólar, y tras su estallido es posible que incluso pierda para siempre su carácter de divisa de reserva.
Las advertencias de los verdaderos expertos ahí quedan para quien las quiera escuchar. El momento de prepararse, es ahora. FUENTE
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