Este factor se debe a la supuesta recuperación económica por parte de los estados junto con los bancos centrales, emprendiendo el aumento del suministro de dinero, lo que se traduce en la disminución de las tasas para la expansión del crédito en la economía y el pago de las deudas anteriormente contraídas con el sistema bancario. Lo cual es una estrategia suicida el hecho de pensar que se resolverá el problema de deuda asumiendo mayor endeudamiento. Albert Einstein llamaba, “locura el hacer las mismas cosas una y otra vez esperando diferentes resultados” la banca y el estado lo llaman política monetaria.
Por lo que las medidas emprendidas solo han llevado al mundo a una espiral deflacionista, al no haber actividad económica relevante, aumentando no solo el endeudamiento de las empresas, hogares y gobiernos, sino también el interés que éstos pagan. Las economías avanzadas no han podido disminuir su ratio deuda/PIB que incluye tanto la deuda doméstica como gubernamental y solo 5 economías emergentes la han podido reducir un poco.
Para ponerlo en contexto, la deuda pública relacionada con el PIB de la economía Americana asciende a un 87.9%, Francia a 99.5%, Alemania 85.2%, Reno Unido 101.1%, Italia 122.3%, Japón 253.5% y en el caso de México a 37.2%. La situación en la que nos encontramos corresponde a niveles sumamente peligrosos, ya que se encuentra en su nivel más alto desde hace 200 años, por lo que el FMI advierte de una situación de impagos en un futuro no muy lejano, ocurriendo la confiscación de ahorros del ciudadano común por medio de impuestos o la aplicación de intereses negativos que es el cobro al usuario por sus depósitos en el banco.
Lamentablemente, no existe manera de solucionar la banca rota en la que nos encontramos y está claro que nunca lo admitirán quienes mueven los hilos políticos, la deuda está devorando al mundo y enriqueciendo al 1% que accede directamente al crédito gratuito que se les concede, incluso los gobiernos y las corporatocracia, saben que están condenando a sus propias firmas o sus naciones.
El sistema monetario y bancario está podrido desde sus cimientos y hasta que no empecemos a cuestionarnos sobre esto, veremos el siguiente derrumbamiento ante nuestros ojos sin beneficiarnos.
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