La banda terrorista EIIL (Daesh, en árabe) aseguró ayer lunes no haber sufrido ninguna baja en los bombardeos franceses del domingo, al haber evacuado todas sus posiciones, en particular en Al-Raqa.
“Llevaron a cabo 30 ataques en la provincia de Al-Raqa (en el norte de Siria), pero golpearon puestos vacíos. Ni un combatiente fue herido de bala”, dijo el lunes un miembro de la organización a través de su cadena de radio, Al-Bayan, según recoge la agencia italiana ANSA.
Según el locutor takfirí, los bombardeos de los “cruzados” y “apóstatas” —en la terminología de Daesh—, lanzados por Francia en represalia por los atentados del viernes en París, sus 20 bombas se encontraron así con “las posiciones vacías”.
Tras los bombardeos, fuentes locales citadas por el diario británico The Guardianreportan que miembros de la banda takfirí repartieron dulces entre la población de la ciudad siria, que utilizan como su “capital” autoproclamada, y forzaron a varios residentes a hacer declaraciones a favor de los atentados del viernes.
El ministro francés del Interior, Bernard Cazeneuve, ha justificado los bombardeos en que “un grupo ubicado en Siria (…) está organizando ataques de actores ubicados en Bélgica desconocidos por nuestros servicios”, aunque en la noche del sábado el fiscal de París señaló a un delincuente conocido desde años atrás por París como uno de los atacantes.
El ministro francés del Interior, Bernard Cazeneuve, sonríe a la salida de una reunión en el palacio presidencial del Elíseo, en París, 15 de noviembre de 2015. |
En la madrugada del martes, el Ejército francés ha lanzado una segunda ofensiva aérea, y el Ministerio galo de Defensa afirma haber destruido un centro de mando y otro de entrenamiento de Daesh lanzando 16 bombas, recoge el diario libanés en inglés The Daily Star.
Por otra parte, en un nuevo vídeo citado por el mismo diario, Daesh promete responder a los ataques “en el corazón de Estados Unidos”, después de la cooperación de Washington en la ofensiva francesa.
La evacuación de Al-Raqa el domingo por los combatientes de Daesh ha sido confirmada por “activistas” sirios citados por el informe de ANSA, según los cuales los terroristas se desplazaron al norte —hacia Ayn Isa y hacia su frente con las milicias kurdas— y hacia el este, buscando refugio en las prisiones subterráneas del desierto de Akayrshe.
Esos mismos activistas informan de que el bombardeo francés segó la vida de 12 civiles, mujeres incluidas.
Francia, cuya política exterior ha sido criticada por su extrema agresividad belicista en los últimos años, bombardeaba ya territorio controlado por Daesh en el marco de la coalición lanzada en septiembre de 2014.
Tanto analistas europeos como actores políticos de Oriente Medio avisaban desde hacía meses de las catastróficas consecuencias para la propia Francia de su belicismo, tanto de modo directo, mediante bombardeos e intervenciones militares como a través del apoyo al terrorismo como herramienta de desestabilización de Gobiernos como el sirio.
En 2013, el antiguo ministro francés de Exteriores, Roland Dumas, reveló haber sido contactado en Londres en la segunda mitad de 2010 para preparar la desestabilización de Siria, según planes barajados por diplomáticos estadounidenses, al menos desde 2006.
Si bien Dumas dice no haber participado, Francia apoyó desde el inicio de la crisis siria —que se ha cobrado ya al menos 250.000 vidas, según estimaciones de agosto de la Organización de las Naciones Unidas (ONU)— la acción de los grupos terroristas opuestos a Damasco, hasta el punto de defender explícitamente a la rama local de Al-Qaeda, el Frente Al-Nusra.
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