Presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan. |
El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha dado un tono más agresivo a su retórica contra Rusia, tras las duras críticas lanzadas por Moscú a raíz del derribo del avión ruso.
El mandatario turco, dirigiéndose a su homólogo ruso, Vladimir Putin, ha afirmado este viernes que dar apoyo al Gobierno del presidente sirio, Bashar al-Asad, “es jugar con fuego”.
En un discurso en Bayburt (noreste de Turquía), Erdogan ha declarado que Rusia está “jugando con fuego”, al apoyar al Gobierno sirio y bombardear las posiciones de la llamada “oposición moderada”.
Sin embargo, ha dicho que su país presta una gran importancia a sus relaciones con Rusia y no quiere que estos lazos se vean perjudicados de ninguna manera.
Igualmente, ha vuelto a reiterar que los aviones de su país no derribaron el caza ruso “intencionalmente” sino que, ha argumentado, la medida se tomó siguiendo “las normas de combate” y de manera automática ante “una violación” del suelo turco.
En este sentido ha criticado a Moscú por suspender el régimen de entrada sin visado que mantiene con Turquía, decisión que fue tomada, según el canciller ruso, Serguei Lavrov, después de que los servicios de seguridad rusas indicaran que hay una amenaza muy real por parte de Turquía.
Con todo, Erdogan se ha mostrado optimista de que las partes aborden el tema y evalúen sus dimensiones en la cumbre del clima que se celebrará el próximo lunes en París, capital francesa.
Sin embargo, este mismo viernes, fuentes del Kremlin han revelado que Putin ha rechazado la petición de su homólogo turco para mantener un encuentro “cara a cara”.
Mientras tanto, el comandante de la Fuerza Aérea rusa, el coronel general Viktor Bondarev, ha determinado que el ataque turco al caza ruso fue una “emboscada”, por lo que el presidente de la Cámara baja del Parlamento ruso (Duma), SergueiNarishkin, subraya que Moscú se reserva lanzar una operación militar contra Turquía en respuesta al derribo de su avión.
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