El régimen de Israel expresó una vez más su apoyo a la desintegración de Irak y la independencia de la región del Kurdistán, en el norte del territorio iraquí.
Según un informe publicado este sábado por la agencia iraquí de noticias ShafaqNews, el primer ministro israelí, Benyamin Netanyahu, ha manifestado en declaraciones que el régimen de Tel Aviv respalda la independencia de los kurdos iraquíes y la creación de un Kurdistán soberano.
Al destacar que los kurdos iraquíes sueñan con formar un Estado independiente, Netanyahu ha puesto de relieve que el régimen de Tel Aviv debe cooperar con el Kurdistán iraquí, una región que posee ricos recursos petroleros.
Las declaraciones de Netanyahu muestran, según analistas políticos, que el régimen israelí contempla tener acceso a una fuente energética en el corazón de Oriente Medio.
En sus afirmaciones, alegando que el grupo Al-Qaeda apoya a los suníes extremistas iraquíes e Irán respalda a los chiíes iraquíes, Netanyahu ha hecho énfasis en la necesidad de brindar más ayuda a los kurdos iraquíes.
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| Una refinería en la región del Kurdistán iraquí. |
Desde la ocupación de los territorios palestinos, el régimen de Israel ha priorizado establecer lazos con las minorías y los grupos étnicos de diferentes países regionales para sembrar discordia en los Estados musulmanes.
De acuerdo con un reporte del diario Financial Times, publicado el pasado mes de abril, las firmas y refinerías israelíes importaron, del Kurdistán iraquí, más de 19 millones de barriles de crudo entre mayo y agosto de este año en curso, lo que representa el 77 por ciento del consumo de petróleo del régimen de Israel.
Las ventas del petróleo en el norte de Irak han provocado una disputa entre el Gobierno central iraquí y la Administración regional del Kurdistán.
Bagdad argumenta que el crudo pertenece a Irak como una nación por lo que debería ser vendido a través del Ministerio del Petróleo; mientras, el gobierno regional kurdo exporta crudo a través de Turquía.
Un rotativo azerí denunció a finales de agosto la drástica reducción de la compra de petróleo a Azerbaiyán por parte del régimen israelí por el crudo del grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe) y el Kurdistán iraquí.
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