El presidente de EE.UU., Barack Obama, se opone a la idea de crear una “zona segura” y “prohibida al vuelo” en el norte de Siria, ya que no ayudará a mejorar la situación.
“Claro está que podría ser contraproducente tomar estos pasos”, señaló el lunes el mandatario estadounidense en referencia a la propuesta planteada por Ankara de establecer una zona segura y de exclusión aérea en Siria supuestamente para combatir al grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe).
En declaraciones durante una rueda de prensa al término de la cumbre de dos días de los líderes del grupo de los 20 (G-20), celebrada en el balneario turco de Antalya, Obama argumentó que la organización takfirí carece de aviones.
“Una verdadera zona segura requiere de nuestra operación sobre el terreno”, recalcó, al tiempo que advirtió de que operativos terrestres causarían un gran número de bajas civiles.
Obama opinó que sería mejor limitar el espacio en el que Daesh opera en el territorio sirio, lo que también “va a tomar algún tiempo”.
De este modo, el jefe de la Casa Blanca desmintió las declaraciones realizadas la semana pasada por el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, quien estimó que Ankara y sus aliados avanzaban hacia un acuerdo para crear una “zona segura” en Siria.
La iniciativa turca además ha conllevado las advertencias de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que alerta de que los civiles podrían convertirse en “estas zonas seguras” en un blanco fácil.
Por su parte, el Gobierno de Siria denuncia que Turquía tiene como objetivo apropiarse del territorio sirio a través del plan de crear la llamada “zona segura” a lo largo de su frontera.
Mientras no está claro los objetivos que busca Ankara a través de establecer la zona prohibida al vuelo en Siria, los analistas sostienen que dicho plan busca detener la conexión entre las tropas kurdas sirias, Unidades de Protección Popular (YPG) y turcas, para evitar la creación de un Estado independiente kurdo en el sur de Turquía.
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