Es bastante claro que si no ha sucedido esa guerra es por la intervención rusa en Siria y, en menor medida, en Iraq.
El ejercito ruso sirvió de disuasión para Turquía, Arabia Saudita, Israel, Catar, Francia y Estados Unidos, entre otros, para evitar una invasión y ocupación militar de Siria, Líbano e Iraq por parte de esas naciones.
Pero ahora con con el anuncio por parte de Putin de que retira su ejercito de Siria -a excepción de un contingente de unos 1000 militares que seguirán resguardando las bases militares rusas en suelo sirio, es decir, en el puerto de Tartus y la base aérea de Jmeimim en la provincia de Latakia- la guerra podría comenzar
La fuerza rusa que quedara en Siria solo cumplirá funciones de vigilancia y protección de esas bases rusas, pero ya no intervendrá en la guerra que se desarrolla en Siria e Iraq.
Esta decisión de Vladimir Putin es una invitación abierta a la Liga árabe y al Consejo de cooperación del golfo para que agredan e invadan Siria, Iraq y el Líbano. Y es indudable que aceptaran la invitación, pues lo único que los detenía era la presencia rusa y Putin sabe perfectamente eso.
Los paso previos a esta gran guerra en Medio Oriente ya se han dado, como lo son los recientes ejercicios árabe musulmanes Sunís realizados en territorio Saudita y en los que intervinieron fuerzas armadas de 22 países diferentes con la participación de aproximadamente 150000 hombres. También las amenazas de intervención han sido constantes durante estos últimos días y, para terminar, tanto la Liga Árabe como el Consejo de cooperación del Golfo (CCG) han declarado al grupo guerrillero libanés Hezbolá como organización terrorista y al gobierno libanés lo han acusado, por lo tanto, de proteger y patrocinar a terroristas. Ante esta declaración de la Liga Árabe y del CCG Israel a reaccionado con alegría y complacencia, pues ello abre las puertas a una intervención militar en Siria y el Líbano para combatir a Hezbolá.
Apenas el día de ayer el gobierno iraquí hacia la invitación oficial a Rusia para intervenir en el país para combatir al Estado Islámico, pero sí los rusos se retiran de Siria, pues es ilógico que acepten participar ahora en Iraq, por lo tanto, Rusia les ha dictado sentencia de muerte, pues al retírales su apoyo los deja en manos - y a su suerte- de sus enemigos.
Esto no se puede entender, sin duda hay conspiración tras bambalinas.
Uno podría suponer que a Rusia le faltaron pantalones para ejercer su autoridad en la zona y que ha decidido claudicar ante los EEUU, los árabes y la OTAN antes que enfrentar una tercera guerra mundial. Tal vez tienen razón y no es motivo suficiente salvar a Siria, el Líbano e Iraq y exponer al mundo a la aniquilación total, pero lo que no entienden es que tarde o temprano se verán enfrentados a su propia realidad, pues el objetivo final del Nuevo Orden Mundial anglosajón son precisamente ellos, la India y China, y si van permitiendo que sus potenciales aliados en esa guerra futura sean aniquilados, al final quedaran solos ante el mundo dominado por los Yankis y compañía.
Sin duda son tiempos decisivos, y no solo en Medio Oriente, también en los EEUU.
Aunque los EEUU hayan pactado con Rusia no atacar Siria, sus antiguos aliados árabes, como son Turquía, Arabia Saudita, Catar, Bahréim, los Emiratos árabes unidos y las monarquías del golfo pérsico, e inclusive Israel, ya no los pueden controlar al 100% y es seguro que esos países actuaran por cuenta propia, cuenten o no con la autorización de Washintong.
Israel encabeza ahora el mundo árabe musulmán Suní; e Israel lo único que estaba esperando era una oportunidad para atacar el eje de la resistencia chií, sobre todo ahora que sus aliados secretos, que son los grupos terroristas que operan en Siria e Iraq (como lo son Estado Islámico, Al Qaeda y el Ejercito Libre Sirio) están siendo derrotados; aunque con el retiro ruso tal vez esa SITUACIÓN SE REVERTIRÁ.
Rusia se sale de Siria pero sin embargo su ministro de exteriores, Serguéi Lavrov, ha manifestado que están dispuestos a participar junto con los EEUU en una operación para liberar la ciudad siria de Raqqa de las garras del grupo terrorista Estadio Islámico. Esto está de locos.
Por otro lado: es un hecho que el precandidato a la presidencia de los EEUU, Donald Trump, es amigo de Vladimir Putin; así como el ex ministro de estado americano, Henrry Kissinger. Este último sujeto acaba de viajar a Moscú en una misión secreta, tal vez esa visita tuvo algo que ver con el reciente anuncio del Kremlin.
A estas alturas ya es del conocimiento publico que las élites ocultistas de los EEUU están sumamente preocupadas por el posible triunfo de Trump en la carrera por la presidencia de los EEUU (pues "no es uno de ellos"), por lo tanto, han comenzado a elaborar planes para impedirlo, sin descartarse un posible atentado a la vida de Donald Trump.
Creo estas cuestiones tienen que ver con la reciente decisión de Vladimir Putin, pues él apuesta a que su amigo gane la elección en los Estados Unidos, con lo que se podría alcanzar acuerdos para lograr la paz mundial y, de paso, repartirse el mundo entre ellos.
En lo personal creo Trump es el candidato elegido del loby sionista, pero tal vez no lo dejen ocupar la Casa blanca; en todo caso, esto va generar una guerra política interna en los EEUU, GUERRA QUE TAL VEZ PUTIN APROVECHE. Nota: en su momento advertí que Donal Trump era el candidato electo por el loby sionista para ocupar la silla presidencial estadounidense.
Una posibilidad que se me ocurre es que precisamente lo que quiere Putin y Obama es la intervención militar en Siria, el Líbano e Iraq por parte de la Liga Árabe y el CCG para tener un pretexto para atacarlos, frenarlos y eliminarlos como poder militar preponderante en la región de Medio Oriente, pero ya dado el caso, el curso de los acontecimientos puede ser inesperado y contrario a sus deseos.
Ya Israel sugiere abiertamente una guerra nuclear en la región (ellos ya dieron el primer paso al utilizar una bomba atómica táctica N o de neutrones en Yemen) al afirmar que algunos países árabes se han acercado a ellos para obtener la bomba atómica. Estas advertencias israelíes se dan en el contexto de la actual crisis armada en Medio Oriente, específicamente en Siria, Iraq y el Yemen. Es sin duda una advertencia al mundo acerca de sus intensiones ocultas.
Algo que puede dar luz en este asunto es el hecho de Putin haya congelado la venta del sistema anti-misil S300 a Irán por supuestas presiones del régimen israelí. Tal operación se habría cancelado por motivo de que Irán habría suministrado a Hezbolá modernos misiles que había comprado previamente a Rusia, algo a lo que se habían comprometido a no hacer. Las pruebas de tal contrabando de armas por parte del régimen persa se las habría aportado Israel a Rusia.
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