Estados Unidos lanza advertencias contra las empresas de Alemania y otros países europeos para evitar que sigan construyendo el gasoducto ruso Nord Stream 2.
Según publicó el domingo el diario local Die Welt, citando a fuentes familiarizadas con el tema, representantes de los Departamentos de Estado, del Tesoro y de Energía de EE.UU. mantuvieron de forma confidencial dos videoconferencias individuales con contratistas alemanes y de otros países de Europa “para resaltar las consecuencias de largo alcance” que podrían producirse si las compañías prosiguen con la construcción.
Los funcionarios estadounidenses han “dejado muy claro en un tono amistoso que quieren evitar que se complete la tubería”, afirmaron al medio fuentes anónimas que presenciaron la conversación. Una de ellas también agregó que “la amenaza” le pareció “muy, muy grave”.
A su vez, el periódico alemán recoge la opinión de la compañía energética alemana Uniper, con sede en Düsseldorf, sobre la presión de Washington a las compañías involucradas en el proyecto Nord Stream 2. “La Administración Trump intenta socavar un importante proyecto de infraestructura que creemos que es importante para la seguridad energética de Europa (…) una clara invasión de la soberanía europea”.
Días antes, el secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo, subrayó que se están tomando medidas que podrían permitir a Washington imponer sanciones a los inversores del Nord Stream 2 y una rama del TurkStream, en virtud de la ley estadounidense para contrarrestar a adversarios a través de sanciones (CAATSA, por sus siglas en inglés). Además, el secretario de Estado norteamericano advirtió a los inversores de estos proyectos que deberían “salir ahora o se arriesgan a las consecuencias”.
El ministro de Exteriores de Alemania, Heiko Maas, reaccionó a las palabras de Pompeo emitiendo un comunicado en el que manifestó, en nombre de Europa, que rechaza las sanciones extraterritoriales. “El Gobierno de Estados Unidos no tiene en cuenta el derecho y la soberanía de Europa para decidir dónde y cómo obtenemos nuestra energía”, declaró el diplomático alemán.
Nord Srtream 2, que es la segunda conexión de este tipo entre Rusia y Alemania —después de la inauguración de la primera en 2011—, tiene la capacidad de transportar unos 55 000 millones de metros cúbicos de gas al año.
La Administración de EEUU, presidida por Donald Trump, se opone a dicho proyecto, afirmando que el gasoducto aumentaría enormemente la influencia de Rusia en Europa en un momento de creciente tensión entre ambas potencias; sin embargo, analistas afirman que el rechazo se debe a que busca vender a Europa el gas natural licuado de sus yacimientos de esquisto.
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