El 2 de septiembre un fotógrafo logró captar una foto de una misteriosa aeronave con el diseño de un ala volante sobre el cielo de Filipinas, suscitando así un gran interrogante: ¿qué nave es y de qué país procede?
Visto el hecho de que Michael Fugnit, el autor de la foto, estaba originalmente tomando fotos del amanecer, no disponía de un equipo óptimo para fotografiar objetos relativamente pequeños a una gran distancia. Por esta razón, la imágen que logró captar no brilla por su nitidez, aunque es lo suficientemente buena para que sea posible hacer varias hipótesis sobre la nave que estuvo en la región por la madrugada.
Por la forma de la aeronave que se puede distinguir en la imagen, es muy probable que se trate del novedoso dron estadounidense RQ-180 Sentinel. Sin embargo, hasta ahora esta nave no ha sido revelada al público y no hay manera de afirmar con certeza que se trata precisamente del Sentinel.
La única imagen de lo que se cree que es este dron fue captada en condiciones similares en 2020 sobre la base aérea de Edwards en California.
Tal y como lo destaca el columnista de The Drive Tyler Rogoway, tendría sentido que esta nave volara en esta región, puesto que fue desarrollada precisamente para operar en regiones disputadas como es el Mar de China Meridional. También es posible que la nave simplemente estuviera volando de tránsito para cambiar su base de emplazamiento, destaca Rogoway.
La hora en la que se tomó la fotografía corrobora esta hipótesis, puesto que sería lógico hacer que un dron secreto sobrevolara la última región habitada por la madrugada antes de adentrarse en el cielo sobre el océano Pacífico.
Se cree que este dron, diseñado para volar a una gran altitud y distancia, suele despegar desde el Área 51 en Nevada y la base aérea Edwards en California para realizar misiones de duración extremadamente larga.
Pero también es posible que el RQ-180 esté estacionado en la aislada isla de San Diego en el océano Índico. Las instalaciones en esta isla están adaptadas para realizar operaciones con los bombarderos B-2 Spirit, así que es muy probable que también pueda albergar al novedoso dron.
La base aérea en Guam podría ser otra opción, pero es muy poco probable que a estas alturas del desarrollo este lugar fuera elegido para estacionar al novedoso dron.
Huella china
EEUU no es el único país que está trabajando en esta clase de aeronaves actualmente, ya que China también está haciendo grandes avances en este ámbito. Aparte de su futuro bombardero estratégico con tecnologías de furtividad, el H-20, el país asiático también está desarrollando una gran variedad de drones, algunos de los cuales tienen la configuración del ala volante.
Muchos de estos diseños fueron presentados al público, pero al mismo tiempo sería lógico suponer que China también tiene algunos proyectos que no se divulgaron. Entre los drones que se parecen al RQ-180 Sentinel en cuanto a su apariencia están el CH-7 Rainbow y el Star Shadow, y es muy posible que sea una de estas aeronaves las que están en la foto.
Vistas las recientes maniobras navales de EEUU, Reino Unido, la India, Japón y Australia que se llevaron a cabo en esta región, y el interés que tiene China por el mar Meridional, hay razones para pensar que Pekín envió su dron para recolectar información y datos, asegura Rogoway.
En cualquier caso, es poco probable que sea el H-20 lo que se ve en la foto porque este dron aún no ha avanzado en sus pruebas de vuelo, y China no lo haría volar sobre el territorio de otro país antes de finalizar por completo su desarrollo.
¿Una coincidencia?
Otro aspecto llamativo de la historia es la información compartida por los medios locales sobre una interceptación de una misteriosa aeronave que no respondía a los llamados de los controladores aéreos el mismo día en que fue tomada la foto. Según se informa, dos cazas FA-50 despegaron para identificar a la aeronave que se estaba acercando al espacio aéreo de Filipinas.
El objetivo volaba a unos 6.400 metros de altitud a una velocidad de 490 km/h. Los cazas se dirigían tan rápido como podían hacia el intruso y cuando quedaban cuatro minutos hasta la interceptación, la aeronave desconocida cambió de rumbo hacia el norte y aceleró hasta 740 km/h. La aeronave abandonó el espacio aéreo filipino antes de que pudiera ser identificada visualmente por los pilotos de los cazas.
Hay una discrepancia de tres horas y media entre el momento en que se tomó la foto y el intento de interceptación. Sin embargo, destaca Rogoway, esto no significa que la aeronave no pudiera estar sobrevolando el área después de que fuera fotografiada, ya que precisamente en esto consiste su trabajo.
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