El servicio de noticias del foro norteamericano United States Naval Institute (USNI News), citando a expertos estadounidenses, publicó el martes que la decisión de permitir que los buques de guerra iraníes anclen en el puerto de Río de Janeiro es una victoria para Teherán.
“Dado que el Makran y otro barco fueron sancionados por el Tesoro de Estados Unidos a principios de febrero, su atraque en Brasil, en particular después de la visita del presidente (brasileño) Lula da Silva a Estados Unidos, hará que Washington se caiga de bruces cuando trate de usar sanciones para disuadir precisamente este tipo de actividad”, se lee en la publicación de USNI News.
A continuación, advierte en palabras del experto consulta: “Esperen más, no menos, de estas demostraciones de Irán, ya que busca usar el Makran para proyectar fuerza y transmitir enredo político, no aislamiento”.
El Gobierno del presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, dio permiso para que los barcos iraníes Makran y Dena ingresasen a un puerto brasileño. “Y ello a pesar de que el jefe de Estado acababa de regresar de Washington, donde negociaba con las autoridades estadounidenses”, comenta el medio.
Asimismo, recoge las declaraciones del senador estadounidense J. Ted Cruz, advirtiendo de que “el atraque de buques de guerra iraníes en Brasil es un evento peligroso y una amenaza directa para la seguridad de los estadounidenses”.
Para el sitio es.topwar.ru, Washington se empodera dictando su voluntad al mundo entero. Por lo tanto, el acuerdo de las autoridades brasileñas de aceptar los barcos de un estado hostil a Estados Unidos se percibe como un desafío directo al país norteamericano.
Las presiones de Washington para que Brasil no permita a buques iraníes en su territorio fueron rechazadas. El Gobierno de Lula dio permiso y los buques de guerra iraníes IRIS Makran e IRIS Dena atracaron el domingo en Río de Janeiro y permanecerán allí hasta el próximo 4 de marzo.
Este martes, la embajada iraní informó en un comunicado que la flotilla dará una vuelta al mundo en una “misión de paz” y su visita a Brasil se enmarca en la política de cooperación de Teherán “con países amigos” para impulsar la seguridad de las rutas de comercio marítimo.
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