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sábado, 20 de mayo de 2017

¿Por que Rusia no impidió el ataque al convoy sirio y que sucederá a partir de ahora?

Estados Unidos ha atacado una vez más, de forma descarada, a las fuerzas armadas sirias que se encuentran luchando contra los grupos terroristas que operan en su país.

En esta oportunidad la excusa esgrimida es que su desplazamiento representaba una amenaza para sus fuerzas especiales desplegadas en el sur de Siria, fuerzas que están ahí para “asesorar” precisamente a los grupos armados radicales que combaten contra el gobierno legítimo sirio.



Anteriormente, hace aproximadamente un mes, el ejército estadounidense había atacado una base aérea siria porque presuntamente desde allí habían despegado los aviones que supuestamente realizaron un ataque con armas químicas contra los grupos terroristas, falleciendo en el proceso decenas de civiles; hoy sabemos que aquello fue un montaje realizado por los “cascos blancos” ligados al gobierno inglés. Hay que aclarar que estos “cascos blancos” son solo una ONG “humanitaria” financiada por Londres, por la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y por George Soros, y nada tienen que ver con la ONU, pues aquellos son los cascos azules y no blancos como en el presente caso.

Estos hechos vislumbran un escenario de una guerra abierta entre Estados Unidos y sus aliados contra el gobierno legítimo sirio y sus aliados.

Un día antes del reciente ataque yankee al ejército sirio, Rusia había ofrecido todo su apoyo al gobierno de Al Assad, prometiendo suministrar todos los medios necesarios para repeler una posible agresión de la coalición liderada por EEUU, pero a pesar de ello, los gringos respondieron con un ataque al día siguiente.

El convoy militar iba precisamente a hacer frente a las tropas invasoras yankees e inglesas y a recuperar una zona rica en petróleo de las garras de los terroristas. Así mismo, intentaban establecer un corredor entre las fuerzas armadas sirias y el ejército iraquí y sus aliados locales.


Ese fue el gran temor de Washington: la posibilidad que ambos ejércitos unieran fuerzas y acabaran más rápido con el terrorismo wahabita que asola sus respectivos países.

Ya para nadie es un secreto que Estados Unidos, Israel, Turquía y muchos países miembros de la OTAN y de las monarquías del golfo pérsico, apoyan a esos grupos armados, incluyendo el Estado Islámico, que combaten contra los gobiernos legítimos de Damasco y Bagdad.

Y es que precisamente en la zona se pelea por importantes cuestiones económicas; por recursos y tierras que pertenecen a sus legítimos dueños, que son sus habitantes autóctonos, pero que las potencias occidentales desean.

Siria e Iraq se encuentran en la ruta comercial que une Asia, Medio oriente, África y Europa; es por eso que sus tierras son tan importantes geoestratégicamente hablando, pues son la ruta más corta para transportar el petróleo, gas y mercancías entre esas tres regiones; ya sea través de vías férreas, carreteras u oleoductos y gasoductos.


Y eso es lo que está en juego en la actual guerra financiada por occidente y las monarquías del golfo pérsico contra los gobiernos de Irak y Siria.

Y esa es también una de las principales razones de porque Rusia no abandona a Siria; pues para ellos representa un muro de contención a las aspiraciones imperialistas occidentales y juega un papel de contención contra la competencia económica occidental y catarí contra el petróleo y gas ruso. Así mismo, representa la primera línea de batalla contra el terrorismo wahabita que pretende ocupar el Cáucaso ruso y alcanzar al mismo Moscú.

Es por eso que Vladimir Putin no dudó ni un segundo en derribar los misiles tomahawk que Estados Unidos lanzó contra una base aérea militar siria. Y así mismo no dudó en ofrecer todo su apoyo a Damasco para combatir las fuerzas invasoras yankees e inglesas que ocupan el sur del país.


Incluso, Rusia anuncio el establecimiento de zonas de exclusión aérea en siria para la coalición liderada por los EEUU; para ello reforzó sus capacidades antiaéreas con nuevos sistemas antimisiles S-300 y S-400, así como el suministro de misiles adicionales para dichos sistemas. También envió a Siria dos aviones de alerta temprana y control aéreo A-50U; además reforzó sus capacidades de combate aérea con el envío de nuevos cazas SU-30 y SU-35.

Estos acuerdos se lograron con la participación de un miembro de la OTAN y un actor clave en el conflicto sirio, es decir, con Turquía; además de contar también con la participación de Irán. Es por ello que Turquía ha denunciado los intentos de Daesh de atacar buques rusos; y para evitarlo ha ordenado a su fuerza aérea proteger los buques, y así mismo bombardear las posiciones de los terroristas.

Esa fue la razón de por qué el ejército sirio se lanzó a la caza de los invasores yankees pues confiaban en que las fuerzas aeroespaciales rusas los protegerían; y esa es también la razón de porqué al día siguiente del anuncio del Kremlin, los Estados Unidos decidieron bombardear el convoy militar sirio que se dirigía hacia sus posiciones.


Pero aquí viene la pregunta: ¿Por qué Rusia no impidió el ataque al convoy?

En primer lugar, hacerlo hubiera representado una confrontación directa con Washington, pero sin embargo sí pudo haber enviado sus cazas a intentar impedirlo interceptando los aviones de la coalición y ordenándoles retirarse de la zona, claro que de no haber hecho caso, se hubiera podido haber dado un enfrentamiento entre ellos, y quizá eso fue lo que quiso evitar Rusia.

O quizá los rusos no creyeron qué los yankees llegaran a ese extremo; además, según algunos informes, antes del ataque el Pentágono se puso en contacto con el Kremlin para advertirles del inminente ataque y para conminarlos a retirar sus fuerzas armadas del lugar. Según otros informes, el Pentágono intentó ponerse en contacto con Moscú pero no lo lograron. Pero como haya sido, el Kremlin no ha comentado nada al respecto, solo se han limitado a condenar la agresión.

Pero también los rusos pudieron impedir el ataque inutilizando los misiles y las bombas tal como lo hicieron con los tomahawk; claro, eso depende de si utilizaron bombas guiadas por láser o GPS, pero no así si solo utilizaron bombas de caída libre. Aunque por la precisión de los ataques, solo pudieron haber utilizado bombas guiadas.


Pero, ¿qué sucederá a partir de ahora?

Pues no creo se vuelva a repetir un suceso similar, porque Rusia esta vez creo no lo permitirá, aunque eso suponga un enfrentamiento directo con los Estados Unidos y la coalición internacional encabezada por ellos. Para ello es que Rusia se está preparando con el envío de nuevos aviones caza de superioridad aérea, más aviones de alerta temprana y control aéreo, nuevos sistemas de guerra electrónica y sistemas antiaéreos adicionales.

Claro que de volverse a repetir los hechos, y suponiendo que Rusia esta vez si intervenga tal como lo hizo cuando el derribo de los tomahawk, la mesa estaría servida para una gran guerra regional, que podría terminar en una guerra global y atómica.

Si cuando el derribo de los tomahawk Rusia sólo utilizó medios discretos para su destrucción, es decir, solo utilizó medios electrónicos y armas de energía, como los cañones de pulso electromagnético, esta vez no podrá ser tan discreto y tendrá que enfrentar abiertamente a los Estados Unidos y compañía utilizando para ello todo el arsenal del que dispone. Solo confiemos en el Creador que las cosas no se salgan de control y todo termine en tragedia para todos.







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