En medio de las crecientes tensiones en la región, Irán introdujo nuevos sistemas de misiles y defensa aérea: Arman y Azarakhsh. Estos acontecimientos se presentaron oficialmente en el contexto de una intensificación de la actividad militar, incluidos los ataques de los militantes hutíes de Yemen a barcos en el Mar Rojo, los ataques de Estados Unidos contra objetivos en Yemen, así como contra grupos respaldados por Irán en Irak y Siria, los ataques a bases militares estadounidenses en estos países y los ataques israelíes contra objetivos iraníes en Siria.
El sistema Arman es capaz de alcanzar simultáneamente hasta seis objetivos a una distancia de 120 a 180 kilómetros. Esto representa un paso significativo en el desarrollo de las defensas antimisiles de Irán, proporcionando una mayor eficacia para contrarrestar las amenazas aéreas. Por otro lado, Azarakhsh está diseñado para proteger contra ataques aéreos a baja altura, con la capacidad de identificar y destruir objetivos a una distancia de hasta 50 kilómetros. Equipado con cuatro misiles listos para su lanzamiento, el sistema fortalece la capacidad de Irán para defender su espacio aéreo a corto y mediano alcance.
Los anuncios se producen tras la presentación por parte de Irán en junio de su primer misil balístico hipersónico de producción local, el Fatáh, capaz de alcanzar objetivos a hasta 1400 kilómetros de distancia. Este desarrollo de las capacidades técnico-militares de Irán subraya su deseo de fortalecer sus capacidades de defensa y responder a las amenazas regionales, así como fortalecer su posición en el ámbito internacional en medio de los conflictos y tensiones en curso en la región de Medio Oriente.
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