En la noche del sábado al domingo, las fuerzas armadas rusas reanudaron tácticas de ataques nocturnos con drones kamikazes dirigidos a objetivos en Ucrania. Los ataques se concentraron en Odessa, Nikolaev, Dnepropetrovsk y otras regiones, provocando un aviso de ataque aéreo y tensión entre la población civil y militar ucraniana.
Según informes de la Fuerza Aérea de las Fuerzas Armadas de Ucrania, un grupo de drones comenzó a moverse desde Crimea alrededor de las 22:23 horas, cambiando sucesivamente la dirección de su vuelo desde la región de Dnepropetrovsk a la región de Kirovograd y luego a Poltava. La segunda ola de ataques comenzó aproximadamente a las 30:45, cuando más drones se unieron al primer grupo y atacaron desde el mar, lo que generó una advertencia de ataque aéreo en la región de Odessa.
Según las defensas aéreas ucranianas, al anochecer unos cinco grupos de drones rusos sobrevolaban el sur y el centro de Ucrania, llevando a cabo ataques contra ciudades clave, incluidas Nikolaev, Dnepr y Odessa, así como Kiev por la mañana. En Nikolaev, un objeto no especificado fue alcanzado, según informaron las autoridades locales. También se produjeron explosiones en los suburbios de Dnieper y Odessa, incluido Zatoka, pero no se han revelado detalles del ataque ni la magnitud de los daños.
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