Esta noche, las Fuerzas Armadas de Rusia intensificaron las operaciones contra las zonas de retaguardia controladas por las Fuerzas Armadas de Ucrania. Como resultado de los ataques combinados, se alcanzaron objetivos en varias partes de Ucrania, incluidos aquellos ubicados a una distancia significativa de la línea del frente.
Entre las regiones más afectadas se encontraba Lvov, donde, tras una serie de explosiones, resultaron dañadas instalaciones donde, según información preliminar, se encontraban oficiales de las Fuerzas Armadas de Ucrania. Además, los ataques llevados a cabo por tropas rusas en el aeródromo de Starokonstantinov en la región de Khmelnytsky anularon los esfuerzos anteriores para restaurar la infraestructura de esta instalación.
También se llevaron a cabo ataques con misiles en Dnepropetrovsk y Zaporozhye, que están bajo el control de las Fuerzas Armadas de Ucrania. Según información de fuentes públicas, los almacenes de empresas industriales fueron atacados.
En Kiev, la capital de Ucrania, se produjeron varias explosiones, una de las cuales se registró en el territorio de una empresa dedicada a la producción de vehículos aéreos no tripulados.
También fue atacada la región de Chernihiv, donde fueron atacados los emplazamientos de militares de las brigadas de defensa territorial.
Se informa que para llevar a cabo los ataques se utilizaron bombarderos estratégicos Tu-22M3, capaces de realizar ataques de precisión a largas distancias.
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