Fuerza militar de EE.UU. reforzada en Ormuz, ya que las conversaciones nucleares con Irán se desvanecen
El gobierno de Obama dio a conocer detalles el martes 3 de julio, de un
nuevo incremento en sus fuerzas militares en el Golfo Pérsico,
recalcando que su tarea es para defenderse de cualquier intento de Irán
de poner en peligro la navegación internacional bloqueando o plantando
minas en el estrecho de Ormuz.
Poco después del anuncio, los altos funcionarios del gobierno de Estados Unidos dijeron que
la cuarta ronda de negociaciones nucleares entre Irán y seis potencias
mundiales que tuvieron lugar en Estambul el martes, fue muy
probablemente la última: Teherán se ha negado a ceder en las
cuestiones clave sobre el enriquecimiento de uranio al 20% y el cierre
de su planta nuclear subterránea en Fordo.
Los nuevos tambores de guerra mandaron al petróleo por encima de los u$s 100 por primera vez en tres semanas.
En cuanto al incremento en el Golfo, las fuentes estadounidenses dijeron
que las contramedidas estaban en su lugar en caso de que las fuerzas
adicionales fueran objeto de una agresión iraní.
Teherán antes amenazó con represalias militares por el embargo petrolero
impuesto por la Unión Europea el domingo, 1º de julio. Al día
siguiente, el ejercicio misilístico Profeta 7 fue lanzado por la Guardia
Revolucionaria de Irán simulando ataques a "bases aéreas enemigas".
La lectura de la misión del ejercicio se tomó como dando a entender
firmemente que Teherán tenía a las bases aéreas estadounidenses en el
Golfo Pérsico y Medio Oriente, incluyendo a las instalaciones usadas por
la Fuerza Aérea de EE.UU. en Israel y Turquía, bien dentro del alcance
de sus misiles. Se remarcó que misiles de corto, mediano y largo alcance
estaban siendo puestos a prueba.
El martes, los comandantes del ejercicio iraní informaron que decenas de
misiles habían sido entrenados durante varias horas en simuladas "bases
enemigas" en varios países, afirmando que misiles capaces de alcanzar
Israel habían sido probados con éxito.
EE.UU. ha duplicado el número de buques de guerra rápidos en las aguas
del Golfo que son capaces de responder instantáneamente a los
movimientos iraníes de cerrar el estratégico Estrecho de Ormuz, a través
del cual pasa una quinta parte del petróleo del mundo diariamente. Más
dragaminas también se encuentran a la mano, así como unidades de comando
para la acción preventiva en contra la siembra de minas en rutas
marítimas frecuentadas por petroleros en su camino hacia y desde las
terminales de exportación del Golfo.
Las fuentes militares de DEBKAfile informan que los ejércitos de EE.UU.,
Arabia Saudita y otros del Golfo han estado en alta alerta militar
desde el jueves 28 de junio, por dos razones: la crisis en escalada de
Siria y la amenaza potencial para el estrecho estratégico en respuesta
al embargo de la UE. Los líderes iraníes han amenazado a menudo con tratar esta sanción como un acto de guerra. Como parte de su nueva posición, las fuerzas saudíes se trasladaron hasta las fronteras jordana e iraquí.
Según nuestras fuentes, la información divulgada en Washington sobre el
incremento estadounidense en el Golfo representa sólo una fracción de la
concentración de fuerza que gradualmente se fue armando alrededor de
Irán durante cinco meses desde marzo. Fue entonces que dos escuadrones
de aviones furtivos F-22 Raptor fueron trasladados a la base aérea de
los Emiratos Arabes Unidos en Al Dhafra y tropas fueron llevadas a dos
islas estratégicas, Masirah en el Golfo de Omán y Socotra en el punto de
encuentro entre el Golfo de Adén y el Océano Índico. Su cantidad ahora
se estima en 40.000.
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