Sin embargo, durante los años de la democracia, Jorge Mario se dedicó a perfilar astutamente el papel de defensor de los valores tradicionales denunciador de los privilegios, seguramente para dejar en el registro suficientes antecedentes de su “honestidad” con tal de proyectar una imagen piadosa de cara al futuro, pues probablemente ya hubiese sido informado de que él llegaría a convertirse en “Santo Padre”. Cabe recordar para ello que esto se trataría de un plan tramado desde hace mucho tiempo. No olvidemos que nos encontramos frente a un individuo ha sido descrito como alguien minucioso y calculador: piensa a largo plazo. Pero lo que pone el dedo en la llaga es el hecho de que fuese citado por los tribunales argentinos para prestar declaración en torno a lo que sabía acerca del sistema de robo de hijos de desaparecidos debido a los indicios de su relación con el asunto. Como bien es conocido, muchos secuestrados fueron arrojados al mar vivos desde aviones en los infames “vuelos de la muerte”. ¿Tuvo él algo que ver en esto? No mencionemos el hecho de que tras salir a la luz el espeluznante testimonio del Padre Gabriele Amorth, Jefe de Exorcismos del Vaticano nombrado por Juan Pablo II, sobre las bacanales asesinas celebradas por el personal de la “Santa Sede” facilitadas por la colaboración de la mafia con la gendarmería vaticana, así como tras el hallazgo del cadáver de Emanuela Orlandi junto al de un prominente mafioso en el lugar, Bergoglio, en vez de anunciar su colaboración con las autoridades o su intención de abrir una investigación, dictó que excomulgaría a cualquiera que volviese a hablar. Con todo, pretenden vendernos que el presente Papa es un gran tipo porque ha pedido perdón por los pecados de los pedófilos, si bien no ha hecho lo propio con los suyos. También ha mandado un informe a la ONU para que investiguen el “lobby gay”. ¿Va la ONU de los Rockefeller a investigar las cloacas de la Iglesia de los Rothschild? Lo dudo.
Aun así, la guinda viene a continuación, pues lo que confirma que este personaje no es trigo limpio, ni mucho menos, es que Bergoglio ha patrocinado actividades conjuntas que parecen insinuar el propósito de unir la Iglesia de Roma con la judía. En el año 2007 acudió a los servicios del Año Nuevo Judío (Rosh Hashaná) en una sinagoga de Buenos Aires, donde dedicó unas inquietantes palabras a la congregación, refiriéndose a los rabinos como sus “hermanos mayores”. Según se sabe, también participó a principios de la última década en el proyecto Tzedaka, una iniciativa judeo-católica supuestamente dedicada a la beneficencia, en la cual colaboró con Israel Singer, ¡ex-presidente de la Conferencia Judía de Peticiones Materiales! Recuerden que éstos son los que han estafado a gran cantidad de judíos que salieron de campos de concentración alemanes para beneficio del lobby sionista. Bergoglio ha recibido además los elogios del infame Abraham Foxman de la ADL (algo que habla por sí solo). Pero esto no acaba aquí, pues en noviembre del 2012 fue la figura más destacada de un acto organizado por la B’nai B’rith, la logia masónica judía creada por los Rothschild. ¿Será casualidad que poco después fuera elegido jefe de la Iglesia de los mismos?
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