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jueves, 26 de mayo de 2016

Rivok: una nave tripulada rusa para viajar a la Luna

No es un secreto que Rusia quiere volver a la Luna a lo largo de la próxima década. Para lograrlo, Roscosmos pretende usar la nueva nave tripulada Federatsia (PTK-NP) y el cohete Angará-A5V con el fin de llevar a cabo misiones a la órbita lunar (un plan no muy diferente de lo que piensa hacer la NASA con la nave Orión y el lanzador SLS). El problema es que las dificultades presupuestarias han obligado a retrasar estos planes lunares más allá de 2025, más que nada porque Roscosmos todavía debe desarrollar tanto la nave Federatsia como el Angará A5V, así como construir la rampa de lanzamiento de este último cohete en el nuevo cosmódromo de Vostochni. ¿Hay alguna forma más sencilla de alcanzar la Luna? Pues parece que sí; y se llama Rivok.
Nave Ribok para viajar a la Luna. Se aprecia el escudo térmico desplegable para la maniobra de aerocaptura (RKK Energía).

Rivok (Рывок, que en ruso significa ‘impulso’, ‘tirón’) es una propuesta de nave tripulada de la empresa RKK Energía (fabricante de las naves Soyuz y la futura Federatsia) que pretende simplificar las complejidades inherentes al viaje lunar. Básicamente se trata de un módulo de 11,4 toneladas (7 toneladas sin combustible) y 30 metros cúbicos de volumen interior que podría viajar entre la órbita lunar y la terrestre.

Rivok se acoplaría sin tripulación a la estación espacial internacional (ISS) y los cosmonautas pasarían a su interior. Posteriormente se separaría de la ISS y se acoplaría con una etapa superior Blok DM lanzada mediante un Angará A5 ‘convencional’ desde Vostochni. La etapa Blok DM proporcionaría el empuje necesario para alcanzar la velocidad de escape y la nave pondría rumbo a la Luna. En teoría dispondría de un sistema de propulsión propio que le permitiría alcanzar y abandonar una órbita lunar baja o los puntos de Lagrange EMSL-1 o EMSL-2 del sistema Tierra-Luna. El viaje a nuestro satélite tendría una duración de hasta cinco días y, una vez completada la misión, Rivok regresaría a la Tierra.

Pero aquí viene lo interesante. Rivok no es una cápsula convencional como Federatsia u Orión, así que no sería capaz de reentrar en la atmósfera terrestre. En vez de regresar a la superficie de nuestro planeta, Rivok desplegaría un escudo térmico de 55 metros cuadrados en forma de paraguas para realizar una maniobra de aerocaptura y reducir así su velocidad hasta los 8 km/s para volver a situarse en una órbita baja terrestre. Luego se acoplaría de nuevo a la ISS y los cosmonautas regresarían a casa usando naves Soyuz o Federatsia. Por supuesto, también se podrían llevar a cabo misiones sin tripulación. Teóricamente Rivok sería reutilizada para otras misiones, aunque no se sabe el número máximo de vuelos y aerocapturas que podría soportar.

El concepto es curioso, aunque muy arriesgado. La maniobra de aerocaptura se ha propuesto en innumerables ocasiones para misiones lunares y marcianas, pero nunca se ha llevado a cabo. A esta incertidumbre hay que añadir los problemas de integridad de un escudo térmico desplegable, aunque RKK Energía bebe aquí de la experiencia de la antigua Unión Soviética en el desarrollo de sistemas de este tipo (sin ir más lejos, las propuestas de sondas marcianas 5NM, 4NM o 5M de NPO Lávochkin debían haber usado un escudo térmico tipo paraguas). La ventaja de Rivok es que no depende ni del desarrollo de Federatsia ni del Angará A5V, además de ser más barato (según RKK Energía, Rivok costaría una tercera parte que Federatsia).

Sonda marciana 5M de NPO Lávochkin de los años 70 con un escudo térmico desplegable.


Por otro lado, el concepto Rivok recuerda mucho a los proyectos de remolcadores orbitales de los años 70 y 80, como por ejemplo el OTV (Orbital Transfer Vehicle) de la NASA. El OTV también hacía uso de un gran escudo térmico para efectuar la maniobra de aerocaptura, aunque en este caso el escudo era monolítico. De entre todos los proyectos de OTV, algunas versiones eran ciertamente muy parecidas a Rivok, tanto en masa como en características, aunque la mayoría empleaban combustibles criogénicos.
Un concepto de OTV de la NASA de los años 80 para viajes a la Luna. La tripulación viajaría en el módulo cilíndrico. Destaca el escudo térmico de aerocaptura. Una vez en órbita baja la nave se acoplaría con la estación Freedom (NASA).

Ni que decir tiene, Rivok sería un magnífico recurso para una estación en órbita lunar como Gateway. En los últimos meses las propuestas de estaciones de este tipo se han multiplicado al otro lado del Atlántico y ya hay algunos rumores de que Rusia podría colaborar con la NASA en una estación lunar. Pero no echemos las campanas al vuelo. La NASA carece oficialmente de un plan para situar una estación en órbita lunar —el objetivo es Marte, no la Luna— y las relaciones entre Rusia y la EEUU están en su peor momento desde la caída de la Unión Soviética (Gateway fue rechazada por la administración Obama en buena medida por la participación rusa). Además, Rivok no es una propuesta de Roscosmos, sino de RKK Energía, una empresa que ya colaboró con compañías norteamericanas como Boeing para crear el concepto de estación Gateway basándose en la experiencia conjunta con la ISS. En definitiva, si Rivok sale adelante es dudoso, aunque no imposible, que lo haga dentro del marco de un proyecto internacional.

Referencias:
http://vz.ru/news/2016/5/25/812623.html
http://www.kommersant.ru/doc/2996314
http://tass.ru/kosmos/3313272

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