El presidente de Rusia, Vladimir Putin, aseguró que Moscú no dejará que Siria se convierta en una segunda Libia o Somalia, donde las injerencias occidentales sumieron a ambos Estados en una sangrienta guerra civil.
Hablando el viernes en una rueda de prensa conjunta con su homólogo griego, Alexis Tsipras, en Atenas (capital de Grecia), Putin reiteró su compromiso con la lucha contra el terrorismo en Siria, y aseguró que su país no permitirá que la nación siria corra el mismo destino que Libia y Somalia, donde la violencia terrorista ha asolado dichos territorios en África.
Dijo que los aviones de combate rusos seguirán atacando las posiciones terroristas en Siria, y aseguró que tales operaciones son necesarias para la erradicación del terrorismo y la restauración de la estabilidad en la región y el mundo.
Rusia, y los países de la región (de Oriente Medio), entre ellos Turquía, Arabia Saudí e Irán, y EE.UU., y, claro está, Europa - todos debemos hacerlo, pero lo conseguiremos solo cuando seamos conscientes de la amenaza que el terrorismo representa para todos nosotros y superemos las diferencias que nos separan", dijo el presidente de Rusia, Vladimir Putin
Insistió, además, en que Rusia, EE.UU., la Unión Europea (UE) y varios otros países, entre ellos Turquía, deben dejar de lado sus discrepancias para derrotar al terrorismo.
El pasado 20 de mayo, el ministro ruso de Defensa, Serguei Shoigu, llamó a una acción conjunta entre la Aviación rusa y la de la llamada coalición antiterrorista, liderada por EE.UU., para bloquear el avance de los terroristas en Siria. No obstante, la propuesta fue rechazada la misma jornada por Washington.
Desde septiembre de 2015 Rusia ha estado llevando a cabo ataques aéreos contra grupos terroristas como el EIIL (Daesh, en árabe) y el Frente Al-Nusra (rama local de Al-Qaeda) en Siria, a petición del Gobierno del país árabe. Las operaciones rusas han logrado destruir muchas posiciones terroristas e infligir importantes daños materiales a los takfiríes.
EE.UU. y sus aliados también iniciaron sus operaciones aéreas en Siria, supuestamente contra las posiciones del EIIL, en septiembre de 2014; sin embargo, el Gobierno sirio ha denunciado en reiteradas ocasiones la poca eficacia de los ataques, así como los grandes daños materiales y humanos que han causado en el país árabe.
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