El Ministerio de Defensa ruso informó de la exitosa interceptación de un misil antibuque Neptune lanzado por las fuerzas armadas ucranianas sobre el Mar Negro. Este incidente se produjo en el contexto de los intentos de Kiev de llevar a cabo ataques en territorio ruso utilizando vehículos aéreos no tripulados y sistemas de misiles.
El misil Neptuno es un arma de misiles moderna desarrollada por Ucrania para destruir barcos a distancias significativas. Con un peso de 870 kilogramos, el misil es capaz de lanzar una ojiva de hasta 150 kilogramos a una distancia de hasta 280 kilómetros, alcanzando una velocidad de hasta 900 kilómetros por hora. La singularidad de esta arma también radica en su capacidad de volar a una altitud de tres a diez metros sobre la superficie del agua, lo que dificulta su detección e interceptación por parte de los sistemas de defensa aérea.
Al mismo tiempo, el informe del Ministerio de Defensa también menciona otros incidentes de agresión por parte de Ucrania, incluidos intentos de ataques con vehículos aéreos no tripulados contra objetivos en las regiones de Belgorod y Voronezh. Según declaraciones oficiales, las fuerzas de defensa aérea rusas hicieron frente con éxito a las amenazas, derribando dos drones sobre cada uno de los territorios mencionados.
Los funcionarios rusos critican las acciones de Kiev, considerándolas intentos de ataques terroristas en territorio ruso y enfatizan la eficacia y la disposición del ejército ruso para proteger al país de cualquier acción agresiva.
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