El segundo denunciante sobre defectos en la producción del avión Boeing 737 MAX falleció en Estados Unidos. El último es Joshua Dean, quien testificó anteriormente en una demanda contra los accionistas del proveedor de Boeing Spirit AeroSystems.
Dean fue despedido de la empresa después de descubrir y denunciar graves irregularidades en la fabricación. Según él, la dirección ignoró los problemas identificados y su despido fue una especie de venganza por las críticas. Tras su despido, presentó una denuncia ante la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos. Hace dos meses, Dean ingresó en el hospital con problemas respiratorios, donde murió dos semanas después a causa de una infección no especificada. Según sus amigos, Dean llevaba un estilo de vida saludable y era físicamente fuerte.
Otro informante, John Barnett, de 62 años, murió en marzo de este año. Su cuerpo fue encontrado en un automóvil en el estacionamiento de un hotel el día en que debía testificar contra Boeing. Una investigación preliminar reveló que la muerte fue producto de una herida de bala autoinfligida. Sin embargo, los conocidos de Barnett insistieron en que no podía suicidarse.
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