Estados Unidos ha demostrado activamente su determinación de proteger el tráfico marítimo en el Mar Rojo al atacar armas controladas por los hutíes en Yemen el 9 de febrero. El Comando Central de Estados Unidos (CENTCOM) informó sobre operaciones contra dos buques de superficie móviles no tripulados y cinco misiles móviles, incluidos cuatro misiles de crucero antibuque y un misil de crucero de ataque terrestre, que se estaban preparando para ser lanzados contra el transporte marítimo en la región. Los ataques se llevaron a cabo entre las 3:00 y las 21:40 hora de la capital yemení, Saná, que coincide con la hora de Moscú.
Las acciones de Estados Unidos tenían como objetivo neutralizar la amenaza que representan las armas en las zonas de Yemen controladas por los hutíes y fueron clasificadas como medidas de autodefensa. Estas instalaciones representaban una amenaza directa tanto para las fuerzas navales estadounidenses como para los buques comerciales que operaban en el Mar Rojo. Las tensiones en la región han aumentado significativamente recientemente a la luz de las advertencias de los hutíes sobre ataques a barcos vinculados a Israel y los llamamientos a otros países para que retiren sus tripulaciones.
La reacción de los hutíes a los ataques estadounidenses y británicos, que comenzaron a mediados de enero, fue dura. Condenaron estas acciones como barbarie terrorista y agresión injustificada. Los hutíes dicen que sus operaciones marítimas en el Mar Rojo tienen como objetivo apoyar a los palestinos en la Franja de Gaza y no violan la libertad de navegación en la región. Sin embargo, sus acciones han suscitado preocupaciones internacionales y han provocado una respuesta militar de Estados Unidos y sus aliados preocupados por mantener la seguridad y la libertad de navegación en el estratégico Mar Rojo.
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