La historia por ciclos
Diciembre de 2012 marca la conclusión de un baktún; un período de tiempo en el calendario mesoamericano de la Cuenta Larga, que fue usado en América Central antes de la llegada de los europeos. Un baktún es equivalente a 144 mil días del calendario occidental que, multiplicado por 13 baktunes, concluirá el 21 de diciembre de 2012: fecha final de un ciclo de 5.125 años en el calendario maya. Varios alineamientos astronómicos y fórmulas numerológicas relacionan a esta fecha como posible.
Una interpretación de los partidarios de la corriente New Age, que nació en la segunda mitad del siglo XX, plantea que durante este tiempo la Tierra y sus habitantes pueden sufrir una transformación positiva, física o espiritual, y que el 2012 puede marcar el comienzo de una nueva era. Otros escenarios postulados, más fatalistas, incluyen una colisión de la Tierra con un planeta transitorio (a menudo haciendo mención a «Nibiru»), un cambio en el eje de rotación, una alteración de los campos magnéticos o la llegada de una gran actividad solar. Sin embargo, las llamadas “7 profecías mayas” no hablan de destrucción sino de un periodo de cambio que se inició en el año 1999 y que finalizará trece años después.
Lo que cuentan las profecías
Las profecías comienzan diciendo que el mundo del odio y el materialismo se terminará en 2012 y con ello el final del miedo. Según ellas, la humanidad tendrá que elegir entonces entre desaparecer o evolucionar hacia la integración armónica con todo el universo. Las señales que recibiremos serán que una ola de calor aumentará la temperatura del planeta, produciendo cambios climatológicos, geológicos y sociales en una magnitud sin precedentes. Esto, según las mismas profecías, se aceleró a partir del eclipse de agosto de 1999 y es en los trece años posteriores que el ser humano tiene que tomar conciencia para decidir su destino. Los mayas sostenían que a partir de ese eclipse los hombres perderían fácilmente el control de sus emociones o bien afianzarían su paz interior y su tolerancia, evitando los conflictos. El fin de los tiempos es una época de conflictos y grandes aprendizajes, de guerras, separación y locuras colectivas que generarán a su vez procesos de destrucción y evolución. Al final del ciclo cada hombre será su juez cuando se ingrese al “salón de los espejos” para examinar todo lo que hizo en la vida.
Los creyentes en estas profecías afirman que ya estamos viviendo el fin de la era, las profecías llegan en realidad hasta 2012 y no parten de ese año. Lo que llega después es otro ciclo: “el tiempo del no tiempo”. Sólo un cambio de conciencia a nivel colectivo podrá llevar a la humanidad a este nuevo ciclo de luz.
Coincidencias ancestrales
Alejandro Fontini forma parte de la Misión de Contacto Humanidad (ex Misión Rahma, fundada por el peruano Sixto Paz) y afirma que los guías extraterrestres con quienes ellos contactan les habían vaticinado el gran cambio de era de 2012.
Fontini afirma que las profecías de los mayas coinciden con las de otras culturas ancestrales como la de los indios Hopi de Arizona y las andinas que también anunciaban el comienzo de un gran cambio. “¿Cómo puede ser que personas hablen de lo mismo en distintos tiempos y distintas geografías?”, se pregunta Fontini.
“Cuando nosotros les empezamos a preguntar a los guías (extraterrestres) acerca de 2012, nos dijeron, bueno, a fin se dieron cuenta. Era un mensaje que ellos ya le habían dado a estas culturas hace miles de años antes”.
Sin embargo este misionero quiere demostrar que todo este cambio es positivo y que es nuestra forma occidental de pensar el tiempo como algo lineal, con principio y fin, lo que nos hace hablar de muerte y destrucción. “En 2012 no se va acabar el mundo, es principio de la luz. Como hay que mantener a la gente con miedo, se ha leído como algo fatalista, es una concepción muy limitada”. “Los poderes económicos, políticos y religiosos van a caer pero van a resurgir otros. Los que tienen el poder de cambiar eso son los jóvenes, los niños. En 2012 va a haber una alineación especial de planetas para que esos cambios se ejecuten de manera increíble.”, afirma Fontini.
Escepticismos o creencias aparte, el mundo en los últimos años está asistiendo a cambios climáticos, sociales y económicos y al ser humano sólo le queda esperar el tiempo suficiente para constatar si las profecías mayas estaban en lo cierto.
El mundo de los mayas
A partir del año 292, conforme a las estelas o monumentos de piedra con las cuales acostumbraban a historizar su propia tradición, y hasta el siglo IX, los mayas desplegaron un período de esplendor, el cual dejó su marca sobre otras culturas mesoamericanas.
Los especialistas en demografía histórica especulan que a mediados del siglo VIII, en pleno esplendor del Período Clásico, la población maya de las Tierras Bajas pudo haber llegado a los trece millones de habitantes.
El territorio de los mayas abarcaba la casi totalidad de Guatemala, el occidente de Honduras, Belice, y los actuales estados de Yucatán, Quintana Roo, Campeche, parte de Chiapas y Tabasco, en México.
Se distinguen varias regiones. La meseta de la península del Yucatán, la selva de El Petén en las Tierras Bajas guatemaltecas de la región central, la costa caribeña del oriente de Yucatán, y las Tierras Altas de Guatemala y Chiapas.
Durante dos mil años, los mayas lograron desarrollar una sofisticada cultura en un medio ambiente sumamente adverso como la selva tropical de las Tierras Bajas.
Ocuparon un territorio caracterizado por una diversidad ecológica enorme, la cual les proponía distintas exigencias. Las poblaciones de las planicies del norte, cuyo subsuelo está surcado por ríos subterráneos, dependían de la emergencia de cenotes o lagos naturales, y de la acumulación en cisternas, llamadas chultunes. Más al sur el territorio se puebla de ríos, aguadas y pantanos, dando lugar a la región montañosa de Chiapas-Guatemala, y a las regiones costeras.
Sin centralización estatal que unifique a las ciudades, los mayas desarrollaron una cultura sumamente homogénea en el tiempo y el espacio.
La vida de los mayas fue de base urbana, con un entorno campesino y agrícola. Alrededor de los monumentales edificios políticos y ceremoniales, los palacios y templos, con el frente de sus casas orientadas hacia los puntos cardinales, se ubicaban los barrios de los artesanos, los comerciantes y los agricultores.
El Mayab puede ser percibido como una red continua de viviendas y campos de cultivo, solamente interrumpida por los accidentes topográficos, y anudada por los grandes centros urbanos.
En concreto
Según las profecías Mayas el día 21 de diciembre del 2012 acontecerán ciertos eventos que cambiarán el curso de la historia y de la humanidad. Grandes catástrofes y la extinción del ser humano serán inminentes y no habrá nada ni nadie que pueda detener la trayectoria del destino. Esta cultura del mundo antiguo se destacaba por su gran conocimiento en astrología, el entendimiento del cosmos y la medición del tiempo. ¿Qué tan cerca estarán de la verdad?
Fuente: DiscoveryChannel.com
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