LONDRES (REINO UNIDO) Seguramente
los profesores Alberto Biubilini y Francesca Minerva no esperaban una
repercusión tal tras publicar un artículo en la revista Journal Of
Medical Ethics. La mecha se encendió cuando el diario británico Telegraph recogía
la información, desatando una polémica que ha despertado el debate
ético sobre el infanticidio y el aborto en varios países.
Lo que mantienen los
profesores de Filosofía y Ética de las facultades de Milán y Melbourne
no está, en esencia, muy lejos de lo que defienden muchos grupos
pro-vida: que el aborto, desde un
punto de vista moral, no tiene una gran diferencia a la muerte
programada de un recién nacido. El problema está en el enfoque adoptado
por Alberto Giubilini y Francesca Minerva, por
el que les han llovido críticas y hasta “amenazas de muerte”, según
denunciaron los autores y el editor de la revista, Julian Savulescu.
Los profesores argumentan
que un feto y un recién nacido son dos seres “moralmente equivalentes”,
puesto que ambos tienen el potencial de convertirse en personas. Y
desde esa premisa, defienden que las mismas razones que justifican el
aborto de un feto sirven también para el infanticidio.
“El aborto posparto
(que es la expresión que utilizan) debería ser permisible en todos los
casos en los que lo es el aborto. Incluso aunque el niño no presente
ninguna discapacidad ”, puede leerse en el resumen de su exposición.
GRAN REPERCUSIÓN
En declaraciones que
cita el diario británico 'Daily Mail', Minerva ha señalado que los
últimos días desde la aparición de sus palabras “han sido los peores de
mi vida”. La investigadora se
lamenta de que sus palabras se hayan sacado “de su contexto teórico y
académico” y subraya: “no estoy animando a que se haga”.
Sin embargo, tras
levantarse un gran número de críticas, el director de la publicación
emitió una nota apoyando los argumentos presentados. “La
novedad no radica en la defensa del infanticidio, cuyos argumentos se
han repetido a lo largo de la historia”, sostiene Savulescu, “sino en su
aplicación en favor de los intereses de la madre y de la familia”.
De hecho, el
abandono de recién nacidos para que muriesen era una práctica habitual
en algunos periodos de la historia; y se sospecha que sigue teniendo
lugar en algunos rincones del planeta, como China o India.
A su juicio, peor
que los “argumentos bien razonados” del texto son las respuestas
“hostiles, abusivas y amenazadoras” que ha despertado. Y concluye, “más
que nunca, la discusión académica y la libertad están bajo amenaza de
aquellos que se oponen a los valores de una sociedad liberal”.
EL DEBATE EN ESPAÑA
En España, los
medios de comunicación más ligados al pensamiento conservador han
recogido en los últimos días diferentes opiniones al repecto de la
polémica. En El Mundo preguntan a Natalia López Moratalla , presidenta de la Asociación Española de Bioética y Ética Médica. La experta cree que los argumentos “carecen de peso científico”.
En su edición
online, el diario consulta a otros expertos como María Lacalle,
directora de la cátedra de Bioética y Biojurídica de la Universidad
Francisco de Vitoria, que reconoce que existe una corriente teórica “de
opinión minoritaria” que considera que no todo ser humano es persona, ya que para adquirir este “status” se necesitaría tener cierta autonomía o autodeterminación, lo cual según algunos no ocurriría hasta la edad de tres años.
Se trata de una
polémica que regresa de vez en cuando y no es novedosa. De hecho, se han
defendido argumentos a favor del infanticidio desde la filosofía,
siendo un claro exponente Peter Singer . Sin embargo en este caso se
considera “que se ha ido un paso más allá” porque estos autores “añaden
sea lícito por razones sociales, económicas, familiares o
psicológicas”, dice el presidente de la Asociación de Bioética
Fundamental y Clínica, Koldo Martínez Urionobarrenetxea.
Pero una de las aristas que toca este debate es, una vez más, la del aborto. Así lo
ha reflejado el Foro de la Familia , que expresa su preocupación ante
el avance de un pensamiento que fomenta la cultura de la muerte. “Cuando
una persona o una sociedad admiten una excepción, por pequeña que sea,
al principio de “no matarás”, comienza un proceso de deslizamiento paulatino que lleva a admitir progresivamente nuevos casos y nuevos supuestos”, dice en un artículo.
“La experiencia
histórica universal nos enseñan que la vida humana o es protegida
siempre y sin excepción o su desprotección paulatina y creciente va a
más de forma inexorable”, añaden desde el Foro.
“Por eso hay
que reivindicar -continúa- el respeto radical al ser humano desde que
comienza a existir con la fecundación hasta el momento de su muerte
biológica sin excepción de ningún tipo por
razones de edad, grado de desarrollo, calidad de vida, salud o
cualesquiera otras circunstancias. Si alguien (médico, parlamento,
gobierno, etc) se arroga el derecho a definir quién es humano o no y en
consecuencia, quién tiene derecho a la vida, ya hemos entrado en la
senda del totalitarismo y de la cultura de la muerte”.
La misma postura se presenta en un Editorial
de la Cadena COPE , donde se analiza el caso. “Las reacciones en el
Reino Unido van del estupor a la indignación, pero lo cierto es que
estas aberrantes propuestas son coherentes con la mentalidad abortista”,
expresan.
El columnista en Protestante Digital de la sección ConCiencia , Antonio Cruz, ha publicado varios
artículos respecto al debate ético y moral sobre al infanticidio y al
aborto , en el que presenta argumentos en defensa de la vida desde la
perspectiva bíblica desde antes del nacimiento.
Autores: Daniel Hofkamp
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