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miércoles, 8 de abril de 2015

La pirámide invertida del dinero





Como se indica al final de los artículos Cómo la banca crea dinero de la nada y El multiplicador monetario y la oferta de dinero, las referencias básicas han sido tomadas de dos textos de divulgación de los principales bancos centrales del mundo: la Reserva Federal y el Banco de Inglaterra, sede de la City, el principal centro financiero del planeta. Modern Money Mechanics es un documento publicado por la Reserva Federal de Chicago en 1961 y se actualizó y corrigió hasta 1992. Fue publicado por última vez en 1994 pero está disponible en internet. A su vez, Money creation in modern economy, es un documento de trabajo publicado el año pasado por el Bank of England, en medio de los planes de flexibilización cuantitativa (QE) de los bancos centrales.

Ambos documentos, separados por más de cinco décadas, enfatizan el desconocimiento de banqueros, políticos y economistas sobre el rol crucial que desempeña la banca en la creación del dinero. "Un error común - señala el documento de Bank of England publicado en 2014 - es creer que los bancos actúan simplemente como intermediarios entre los depósitos de los ahorradores, y los préstamos a sus clientes... Este error ignora el hecho de que, en la realidad de la economía moderna, los bancos comerciales son los creadores del dinero mediante sus operaciones de préstamo".

El documento de la Reserva Federal de 1961 deja en claro, en una de sus primeras notas a pie de página, que "no solo los bancos tienen la facultad de crear dinero. Este atributo corresponde a toda entidad o institución financiera que preste dinero. Desde la desregulación de las instituciones financieras y la Ley de Control Monetario de 1980, a todas las instituciones financieras se les permitió crear préstamos con intereses, por tanto todas estas nuevas instituciones -y no solo los bancos privados- adquirieron el potencial de crear dinero. Sin embargo, a diferencia de los bancos,estas nuevas instituciones podían crear dinero sin necesidad de mantener reservas. De ahí que el "multiplicador monetario" sea un término considerado obsoleto, y que a partir del año 2005, la Reserva Federal dejara de llevar las estadísticas sobre el agregado monetario M3, considerado el indicador más amplio de la oferta monetaria al considerar parte del llamado "dinero en la sombra".

El sistema de crédito del dinero fiat comienza con la base monetaria suministrada por los bancos centrales y las pirámides hacia arriba a través de los bancos comerciales, bancos de inversión, bancos offshore, entidades no bancarias, cajas, y otras entidades creadoras de crédito. Este enjambre de dinero creado artificialmente vía préstamos hipotecarios o tarjetas de crédito reproduce la base monetaria de dinero real (billetes y monedas). Los bancos no crean billetes y monedas, sino papeles. Estos papeles son un activo para el banco y un pasivo para el cliente. Por eso los principales activos de los bancos son las deudas de sus clientes. Esto permite comprender por qué los bancos quiebran: si han creado dinero (papeles) más allá de los limites del riesgo, o han prestado a clientes insolventes que no pueden devolver el dinero, el banco quiebra. Sólo en Estados Unidos han quebrado 506 bancos desde el estallido de la crisis en 2008 con la quiebra de uno de sus principales bancos de inversión, Lehman Brothers, un banco con más de 150 años de historia que había sobrevivido a la guerra civil y a las dos guerras mundiales.
La última decisión de Alan Greenspan

Es probable que la quiebra de Lehman y una parte de los otros 506 bancos se hubiera evitado si la Reserva federal hubiera mantenido su registro estadístico de M3. Pero la obtención de los datos resultaba demasiado caro a la Fed: 500 mil dólares anuales y un millón de dólares al sistema bancario en su conjunto. A diez años de aquello parece una broma de mal gusto haber ahorrado un millón de dólares, pese a que el año 2005 la banca anunciaba ganancias por 22 mil millones de dólares, y haber dejado al descubierto las vulnerabilidades de todo el sistema que han costado al mundo más de 20 billones de dólares. Esa fue una de las últimas decisiones de Alan Greenspan, presidente de la Reserva Federal durante casi dos décadas (1987-2006), y nadie se atrevió a cuestionar su decisión.

El agregado monetario M3 también consideraba los eurodólares y constituían el "salvaje oeste" de la oferta monetaria. Los eurodólares son depósitos en dólares en poder de los bancos no estadounidenses en lugares como Londres, Las Bahamas, las Islas Caimán y otros paraísos fiscales. No están sujetos a regulación alguna y por tanto se pueden apalancar hacia arriba libres de todo requisito de reserva o de información. Los bancos que tienen eurodólares proceden con ratios de apalancamiento de 50:1. Desde que la Reserva Federal dejó de publicar el registro de M3 estas operaciones se dispararon a la cima de la pirámide.

Hay que tener en cuenta que la creación de dinero por parte de la banca no es "ilimitada". Si la esencia de la creación de dinero son los préstamos a empresas y personas solventes que serán capaces de devolverlo, las instituciones financieras no pueden prestar sin exigir garantías sólidas. Esta es una importante limitación que enfrentan los bancos para mantenerse en equilibrio en un entorno competitivo. Esto guarda estrecha relación con el riesgo sistémico. Si la percepción de los riesgos asociados a la concesión de préstamos disminuye, se relajan las exigencias y se presta más dinero, como ocurrió en el período previo a la crisis financiera con el hinchamiento de las burbujas de crédito.

El dinero está en el centro de todas las economías capitalistas modernas y por eso es de gran importancia comprender su naturaleza y sus orígenes. En el corazón de la teoría monetaria keynesiana se desarrolla la idea del dinero endógeno, dinero creado desde el interior del sistema financiero. Esta idea se opone a la corriente principal de la teoría de la oferta de dinero exógeno, que sugiere que los bancos centrales tienen un control directo sobre la oferta de dinero y su crecimiento. Como hemos planteado en este post a la luz de los propios documentos de los bancos centrales, el multiplicador monetario ha quedado obsoleto, y los bancos centrales han perdido el control de la oferta monetaria. Este será el tema de un próximo post.

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