Estados Unidos busca reforzar su presencia militar en Irak con la construcción de cinco bases militares en la región del Kurdistán iraquí.
De acuerdo con una fuente kurda citada el lunes por el portal Web local de noticias Almaloma, el pacto de seguridad firmado recientemente entre el Departamento de Defensa (el Pentágono) de EE.UU. y las autoridades del Gobierno Regional del Kurdistán iraquí (GRK) incluye el establecimiento de cinco bases militares estadounidenses en la región.
“Una de las bases será construida en la región de Atroush, dos en la región de Harid, mientras otras dos grandes bases se establecerán en Erbil y Duhok”, precisó la fuente, que prefirió permanecer en el anonimato.
Con base en el memorando de entendimiento, apostilló, Washington tendrá que pagar los salarios de las fuerzas kurdas (los Peshmerga) y entrenarlas y equiparlas durante los próximos diez años.
Hace dos semanas, el presidente de región semiautónoma del Kurdistán iraquí, Masud Barzani, recibió a una delegación militar estadounidense, encabezada por la secretaria adjunta de Defensa de EE.UU. para asuntos internacionales, Elissa Slotkin, con quien abordó temas de seguridad y la liberación de la ciudad norteña de Mosul de las garras del grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe).
La secretaria adjunta de Defensa de EE.UU. para asuntos internacionales, Elissa Slotkin, se reúne con el presidente de la región del Kurdistán iraquí, Masud Barzani (centro).
Esta reunión se produjo luego de una conversación telefónica entre Barzani y el secretario de Defensa estadounidense, Ashton Carter, quien, propuso durante su viaje a Irak el pasado 11 de julio el despliegue de 560 militares estadounidenses adicionales a este país árabe bajo el alegato de apoyar los operativos contra Daesh.
Sin embargo, las fuerzas populares iraquíes, conocidas como Al-Hashad al-Shabi, se manifenstaron en contra de la decisión del Pentágono al recordar que “Irak no es un lugar ni para los estadounidenses ni para el EIIL”.
Por su parte, el líder del Movimiento Sadr de Irak, Muqtada al-Sadr, advirtió el domingo que si EE.UU. envía más soldados a Irak, sus fuerzas “serán uno de nuestros blancos”.
Esta reunión se produjo luego de una conversación telefónica entre Barzani y el secretario de Defensa estadounidense, Ashton Carter, quien, propuso durante su viaje a Irak el pasado 11 de julio el despliegue de 560 militares estadounidenses adicionales a este país árabe bajo el alegato de apoyar los operativos contra Daesh.
Sin embargo, las fuerzas populares iraquíes, conocidas como Al-Hashad al-Shabi, se manifenstaron en contra de la decisión del Pentágono al recordar que “Irak no es un lugar ni para los estadounidenses ni para el EIIL”.
Por su parte, el líder del Movimiento Sadr de Irak, Muqtada al-Sadr, advirtió el domingo que si EE.UU. envía más soldados a Irak, sus fuerzas “serán uno de nuestros blancos”.
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