En el plano estratégico, la guerra de Siria avanza con el objetivo de fondo de lograr la liberación de Raqqa y Deir Ezzor de las manos del EI. Según diversas fuentes, el Ejército y las milicias de Iraq se unirán al Ejército sirio y sus aliados en estas dos ciudades cercanas a la frontera.
En la víspera de la fiesta del Eid el Fitr (el fin de Ramadán) una unidad de comando de Hezbolá desembarcó en Alepo porque todo se juega hoy en Siria en la parte norte de esta provincia. Ella participó en la toma de la Carretera del Castillo, que es la única ruta de aprovisionamiento de los terroristas takfiris desplegados en el este de la ciudad que discurre hacia la vecina Turquía.
Pero creer que el objetivo del Ejército sirio y sus aliados se reduce a Alepo sería un error. En realidad, Siria y Hezbolá buscan un objetivo más alto: la liberación de Raqqa y Deir Ezzor, donde ellos quieren llegar y dar el golpe de gracia al EI tras las sucesivas derrotas del grupo en Siria e Iraq.
El sitio libanés An Nashra señala que “las fuerzas sirias y de Hezbolá dominan la Carretera del Castillo y la liberación de las Granjas de Maalah ha reforzado su control sobre la primera. La próxima etapa consistirá en estrechar el cerco a los barrios de la ciudad en poder de los militantes.
Según ciertas fuentes, la dureza geográfica de la región y la concentración de inmuebles en Alepo hacen que la estrategia del Ejército sirio y sus aliados consista en bloquear todas las entradas de Alepo más que en un asalto directo y obligar a los terroristas, privados de suministros y municiones, a aceptar sus condiciones, que incluirían el abandono de la ciudad, como sucedió en Homs.
Tras la liberación de Alepo, el Ejército sirio y Hezbolá cuentan con formar una línea de defensa en la frontera turca. Entonces, ellos se volverán hacia Raqqa y Deir Ezzor con fuerza y la batalla decisiva contra el EI se desarrollará allí. El Ejército iraquí participará también en ella tras la liberación de Mosul. Irán, el Ejército sirio, Hezbolá, las milicias iraquíes, el Ejército iraquí y la aviación rusa unirán así sus fuerzas cerca de la frontera sirio-iraquí, en Deir Ezzor, donde se constituirá un centro de mando antiterrorista.
Al Nashra prosigue: “Es muy probable que las Fuerzas de Movilización Popular, Hashid el Shaabi, entren en Siria después de la liberación de Mosul”.
Según los analistas, otro hecho importante en este contexto es que el golpe militar abortado en Turquía podría llevar a Erdogan a recobrar la razón.
Uno de las primeras consecuencias del golpe en Turquía fue el obligar a Erdogan a proceder a la retirada de su Ejército de Iraq, después de meses en que Bagdad pidió infructuosamente a Ankara que diera este paso.
Turquía ha retirado también a sus militares y agentes de inteligencia de Alepo tras comprobar la incapacidad de los grupos armados para resistir ante el avance sirio. Los observadores señalan que Turquía no ha hecho prácticamente nada para ayudar a los terroristas que combaten en Alepo. Es posible que Ankara ponga fin a su presencia en Siria en una etapa de creciente inestabilidad en casa.
En la víspera de la fiesta del Eid el Fitr (el fin de Ramadán) una unidad de comando de Hezbolá desembarcó en Alepo porque todo se juega hoy en Siria en la parte norte de esta provincia. Ella participó en la toma de la Carretera del Castillo, que es la única ruta de aprovisionamiento de los terroristas takfiris desplegados en el este de la ciudad que discurre hacia la vecina Turquía.
Pero creer que el objetivo del Ejército sirio y sus aliados se reduce a Alepo sería un error. En realidad, Siria y Hezbolá buscan un objetivo más alto: la liberación de Raqqa y Deir Ezzor, donde ellos quieren llegar y dar el golpe de gracia al EI tras las sucesivas derrotas del grupo en Siria e Iraq.
El sitio libanés An Nashra señala que “las fuerzas sirias y de Hezbolá dominan la Carretera del Castillo y la liberación de las Granjas de Maalah ha reforzado su control sobre la primera. La próxima etapa consistirá en estrechar el cerco a los barrios de la ciudad en poder de los militantes.
Según ciertas fuentes, la dureza geográfica de la región y la concentración de inmuebles en Alepo hacen que la estrategia del Ejército sirio y sus aliados consista en bloquear todas las entradas de Alepo más que en un asalto directo y obligar a los terroristas, privados de suministros y municiones, a aceptar sus condiciones, que incluirían el abandono de la ciudad, como sucedió en Homs.
Tras la liberación de Alepo, el Ejército sirio y Hezbolá cuentan con formar una línea de defensa en la frontera turca. Entonces, ellos se volverán hacia Raqqa y Deir Ezzor con fuerza y la batalla decisiva contra el EI se desarrollará allí. El Ejército iraquí participará también en ella tras la liberación de Mosul. Irán, el Ejército sirio, Hezbolá, las milicias iraquíes, el Ejército iraquí y la aviación rusa unirán así sus fuerzas cerca de la frontera sirio-iraquí, en Deir Ezzor, donde se constituirá un centro de mando antiterrorista.
Al Nashra prosigue: “Es muy probable que las Fuerzas de Movilización Popular, Hashid el Shaabi, entren en Siria después de la liberación de Mosul”.
Según los analistas, otro hecho importante en este contexto es que el golpe militar abortado en Turquía podría llevar a Erdogan a recobrar la razón.
Uno de las primeras consecuencias del golpe en Turquía fue el obligar a Erdogan a proceder a la retirada de su Ejército de Iraq, después de meses en que Bagdad pidió infructuosamente a Ankara que diera este paso.
Turquía ha retirado también a sus militares y agentes de inteligencia de Alepo tras comprobar la incapacidad de los grupos armados para resistir ante el avance sirio. Los observadores señalan que Turquía no ha hecho prácticamente nada para ayudar a los terroristas que combaten en Alepo. Es posible que Ankara ponga fin a su presencia en Siria en una etapa de creciente inestabilidad en casa.
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