En todos los avances de China en el ámbito de los misiles y motores de cohetes se observa la influencia de los ingenieros ucranianos, afirma el medio estadounidense The National Interest.
El columnista del medio Charlie Gao llevó a cabo un análisis pormenorizado de la relación entre China y Ucrania en temas de construcción de misiles balísticos, así como de todos sus componentes.
Recursos humanos
Según explicó Charlie Gao, el país asiático se aprovechó de las habilidades de los ingenieros ucranianos y soviéticos al contratarlos. Desde que Ucrania renunció a la posesión de armas nucleares en 1994, muchos ingenieros con conocimientos en esta materia se convirtieron en un objeto de deseo para China.
De hecho, el país asiático es también conocido por contratar a especialistas de la industria militar, especialmente para la construcción de tanques y buques. Fue precisamente así como China logró construir su primer sistema de radar con matriz por fases.
Es de allí que nacieron los rumores sobre ciudades en China pobladas por ingenieros ucranianos que trabajan para las compañías locales. Uno de los ejemplos más destacados de esta cooperación fue la contratación por Pekín de Valeri Babich, creador del portaviones Variag, posteriormente renombrado Liaoning.
Proyectos resucitados
El autor destacó que China no se limitó a contratar a especialistas en temas de construcción de misiles balísticos y sus componentes. También se compraba documentación técnica que permitió a los ingenieros chinos tomarse muchos atajos en su trabajo.
El autor dio el ejemplo de la oficina de diseño ucraniana Yuzhnoye, cuyo empleado fue capturado vendiendo documentación técnica del misil RS-20.
El caso más reciente tuvo lugar en el 2016, cuando un científico de la Universidad Nacional de Dnepropetrovsk se fugó a China llevándose documentación secreta sobre los cohetes espaciales.
Compra directa
Es de allí que nacieron los rumores sobre ciudades en China pobladas por ingenieros ucranianos que trabajan para las compañías locales. Uno de los ejemplos más destacados de esta cooperación fue la contratación por Pekín de Valeri Babich, creador del portaviones Variag, posteriormente renombrado Liaoning.
Proyectos resucitados
El autor destacó que China no se limitó a contratar a especialistas en temas de construcción de misiles balísticos y sus componentes. También se compraba documentación técnica que permitió a los ingenieros chinos tomarse muchos atajos en su trabajo.
El autor dio el ejemplo de la oficina de diseño ucraniana Yuzhnoye, cuyo empleado fue capturado vendiendo documentación técnica del misil RS-20.
El caso más reciente tuvo lugar en el 2016, cuando un científico de la Universidad Nacional de Dnepropetrovsk se fugó a China llevándose documentación secreta sobre los cohetes espaciales.
Compra directa
Mientras que muchos de los proyectos del país asiático han recibido el apoyo indirecto de los ingenieros ucranianos, en algunas ocasiones China simplemente ha comprado lo que quería.
Así, en el 2005, unos empresarios ucranianos vendieron a China varios misiles de crucero Kh-55 de los almacenes del país eslavo. Dichos misiles no estaban dotados de ojivas nucleares, pero sí proporcionaron información vital a China.
Un caso más reciente tuvo lugar en el 2017, cuando la oficina de diseño Yuzhnoe fue acusada de vender motores de cohetes a Corea del Norte.
Coincidencias sospechosas
Por último, Gao destacó que a pesar de que no hay pruebas definitivas de la influencia ucraniana en otros proyectos, sí se pueden observar algunas coincidencias sospechosas.
Así, en el 2005, unos empresarios ucranianos vendieron a China varios misiles de crucero Kh-55 de los almacenes del país eslavo. Dichos misiles no estaban dotados de ojivas nucleares, pero sí proporcionaron información vital a China.
Un caso más reciente tuvo lugar en el 2017, cuando la oficina de diseño Yuzhnoe fue acusada de vender motores de cohetes a Corea del Norte.
Coincidencias sospechosas
Por último, Gao destacó que a pesar de que no hay pruebas definitivas de la influencia ucraniana en otros proyectos, sí se pueden observar algunas coincidencias sospechosas.
Así, el interés chino por los cohetes RS-20 radicaba en su deseo de obtener un vehículo de reentrada múltiple e independiente (MIRV, por sus siglas en inglés). No se sabe si la documentación técnica de este misil llegó a China o no, pero los diámetros del misil intercontinental chino DF-5 y del RS-20 son similares.
Se han encontrado similitudes entre otros misiles chinos y soviéticos.
Es por esto que el columnista del medio estadounidense llegó a la conclusión de que la experiencia ucraniana influyó de una manera u otra sobre el desarrollo de los misiles balísticos intercontinentales de China.
https://mundo.sputniknews.com/defensa/201806261079884004-adn--ucraniano-misiles-chinos-gao/
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