La Casa Blanca estudia la posibilidad de imponer nuevas sanciones al sector petrolero de Venezuela, informa McClatchyDC, que cita a sus fuentes en la Administración Trump. Según esta información, se baraja tanto la prohibición total del comercio de petróleo venezolano como sanciones puntuales contra altos funcionarios del país.
Las mismas fuentes consideran que la imposición de un embargo petrolero total contra el país latinoamericano tendría un grave impacto en el Gobierno de Nicolás Maduro. Aunque, al mismo tiempo, temen recurrir a medidas tan radicales ya que en la Administración Trump consideran que esta decisión afectaría seriamente a la población de Venezuela y de rebote perjudicaría a la industria petrolera estadounidense y a sus ciudadanos (en un momento en el que ya existe un descontento por el alza en los precios de la gasolina).
El artículo especifica que en las últimas semanas la Casa Blanca y el Departamento de Estado han recurrido a expertos en el mercado petrolero para calcular el efecto que tendrían tales medidas.
Desde la Casa Blanca también se apunta a que el nuevo paquete de sanciones podría ser acordado en los próximos tres meses.
El pasado 20 de mayo Nicolás Maduro fue reelegido en las elecciones presidenciales de Venezuela. Washington no reconoció los resultados de la votación e impuso más sanciones contra órganos del Estado y funcionarios del país.
Caracas, por su parte, ha tomado medidas de respuesta, como la entrada en circulación del petro y el bolívar soberano, divisas destinadas a revitalizar el sistema monetario del país.
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