Moscú ha advertido a Occidente que no juegue con fuego tramando provocaciones en la región siria de Idlib, declaró el ministro de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov.
Al ofrecer en Moscú una rueda de prensa junto con su homólogo sirio, el canciller dijo que se prepara una nueva provocación occidental para dificultar la operación antiterrorista en Idlib.
"Con hechos concretos sobre la mesa, hemos advertido sin rodeos y con dureza a través de nuestros Ministerios de Defensa y de Asuntos Exteriores a nuestros socios occidentales que no jueguen con fuego", subrayó el diplomático.
Asimismo, el ministro ruso tachó de inaceptable que los terroristas se aprovechen de la Zona de Distensión de Idlib, en el noroeste de Siria, para lanzar ataques contra la base militar rusa en Hmeymim (provincia de Latakia) y el Ejército sirio.
Es inadmisible que los terroristas allí atrincherados, en primer lugar del Frente al Nusra (grupo terrorista prohibido en Rusia), intenten utilizar esa zona de distensión para planificar ataques contra las posiciones del Ejército sirio e incluso tratar de atacar con drones el territorio de la base militar rusa de Hmeymim", dijo Lavrov en conferencia de prensa, tras reunirse en Moscú con su homólogo sirio, Walid al Mualem.
El 25 de agosto, el portavoz del Ministerio de Defensa de Rusia, general Ígor Konashénkov, denunció que el movimiento terrorista Frente al Nusra prepara una provocación con el fin de acusar a Damasco de usar armas químicas contra la población civil en la provincia siria de Idlib.
Según el militar, esa provocación serviría de pretexto para un nuevo ataque de EEUU, Reino Unido y Francia contra infraestructuras de Siria.
Con este fin llegó al golfo Pérsico el destructor USS The Sullivans con 56 misiles de crucero a bordo, además, el bombardero estratégico B-1B de la Fuerza Aérea de EEUU, provisto de 24 misiles de crucero aire-superficie AGM-158 JASSM, se trasladó a la base Al Udeid de Catar, dijo.
La provincia de Idlib fue ocupada en 2015 por grupos armados y el Frente al Nusra (también conocido como Fatah al Sham).
Conforme a los acuerdos de reconciliación, a esa provincia se han evacuado los miembros de grupos radicales que se han negado a entregarse a las fuerzas gubernamentales en Alepo, Homs y Guta Oriental, escenarios de operaciones antiterroristas.
En 2017, el territorio de Idlib comenzó a formar parte de la zona de distensión del norte de Siria patrocinada por Turquía, que es junto con Rusia e Irán garante de la tregua en el país árabe, acordada en el marco del proceso pacífico de Astaná.
El 25 de agosto, el portavoz del Ministerio de Defensa de Rusia, general Ígor Konashénkov, denunció que el movimiento terrorista Frente al Nusra prepara una provocación con el fin de acusar a Damasco de usar armas químicas contra la población civil en la provincia siria de Idlib.
Según el militar, esa provocación serviría de pretexto para un nuevo ataque de EEUU, Reino Unido y Francia contra infraestructuras de Siria.
Con este fin llegó al golfo Pérsico el destructor USS The Sullivans con 56 misiles de crucero a bordo, además, el bombardero estratégico B-1B de la Fuerza Aérea de EEUU, provisto de 24 misiles de crucero aire-superficie AGM-158 JASSM, se trasladó a la base Al Udeid de Catar, dijo.
La provincia de Idlib fue ocupada en 2015 por grupos armados y el Frente al Nusra (también conocido como Fatah al Sham).
Conforme a los acuerdos de reconciliación, a esa provincia se han evacuado los miembros de grupos radicales que se han negado a entregarse a las fuerzas gubernamentales en Alepo, Homs y Guta Oriental, escenarios de operaciones antiterroristas.
En 2017, el territorio de Idlib comenzó a formar parte de la zona de distensión del norte de Siria patrocinada por Turquía, que es junto con Rusia e Irán garante de la tregua en el país árabe, acordada en el marco del proceso pacífico de Astaná.
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