Además de responder de manera simétrica a la imposición de tarifas arancelarias de EEUU, China empieza a saturar su economía con créditos, otra vez usando su control sobre el sector bancario como una herramienta para la estabilización económica.
El Gobierno chino está introduciendo medidas para proteger su economía de la presión estadounidense. El Banco Central chino asegura que las empresas afectadas por las restricciones podrán recibir préstamos mientras que las autoridades impulsan a los bancos a conceder créditos para los proyectos municipales.
Es la misma medida que China empleó con éxito durante las crisis anteriores, a veces ralentizando su ritmo de crecimiento, pero jamás entrando en recesión, a diferencia de la mayoría absoluta de otras economías, señaló uno de los investigadores principales del Instituto del Lejano Oriente de la Academia de Ciencias rusa.
"Gracias a una respuesta contundente a la crisis mundial en 2008, China adelantó a Japón y se convirtió en la segunda economía mundial entre 2010 y 2011", comentó Alexandr Lománov al medio ruso Novaya Gazeta.
Para el analista, los estímulos económicos en China en plena contienda con EEUU "son inevitables" y por el momento nada sugiere que el método no vaya funcionar esta vez.
Hoy en día, las medidas de Pekín, de aplicarse, serían más precisas, dado que es necesario apoyar ciertas industrias y no todas las exportaciones del país, sostuvo el entrevistado. Por eso, los estímulos económicos necesarios tendrán "una escala mucho menor" que durante las crisis anteriores.
La Administración Trump sabría esto también, sugirió el autor, así "se hace evidente" que el objetivo de EEUU no sería disminuir el déficit comercial con China sino prevenir el auge de Pekín como el líder científico-industrial para el inicio de la siguiente década.
"Por eso China va a inyectar recursos muy considerables en las I y D [investigaciones y desarrollo], algo posible gracias a la disminución de la deuda de las empresas chinas impulsada por el Gobierno de Xi Jinping entre 2013 y 2014", pronosticó el experto.
Hoy en día, las medidas de Pekín, de aplicarse, serían más precisas, dado que es necesario apoyar ciertas industrias y no todas las exportaciones del país, sostuvo el entrevistado. Por eso, los estímulos económicos necesarios tendrán "una escala mucho menor" que durante las crisis anteriores.
La Administración Trump sabría esto también, sugirió el autor, así "se hace evidente" que el objetivo de EEUU no sería disminuir el déficit comercial con China sino prevenir el auge de Pekín como el líder científico-industrial para el inicio de la siguiente década.
"Por eso China va a inyectar recursos muy considerables en las I y D [investigaciones y desarrollo], algo posible gracias a la disminución de la deuda de las empresas chinas impulsada por el Gobierno de Xi Jinping entre 2013 y 2014", pronosticó el experto.
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