Los operadores de telecomunicaciones de Europa tienen buenas razones para continuar trabajando con la empresa china Huawei a pesar de la presión de EEUU, opina el periodista Leonid Bershidsky.
El 31 de enero el embajador de EEUU para la UE, Gordon Sondland, exhortó a los países europeos a prohibir el acceso de empresas chinas como Huawei a las redes de telecomunicaciones europeas.
"Esta no es una decisión relacionada con el precio o la calidad. Es una decisión acerca de permitir o no a los actores malignos tomar el control sobre sus sistemas de telecomunicaciones nacionales", declaró Sondland durante una conferencia celebrada en Bruselas.
El periodista Leonid Bershidsky destaca en su artículo para Bloomberg que los contornos emergentes de la futura política de Alemania señalan que Huawei escaparía de la prohibición completa del equipamiento 5G de ese país, a diferencia de lo que ocurrió previamente en Australia.
"Otros países de la UE probablemente sigan el ejemplo (de Alemania)", recalca el autor del artículo.
Según el periódico Handelsblatt, los funcionarios del Gobierno de Alemania se encontraron con los jefes de las operadoras de telecomunicaciones esta semana y decidieron consolidar los requerimientos de seguridad para el equipamiento utilizado en sus redes. De manera informal los oficiales dijeron que el uso de Huawei y de otros equipamientos chinos es indeseable.
"Sin embargo, en vez de imponer la prohibición directa el Gobierno solo exigirá realizar pruebas más estrictas (…)", recalca Bershidsky.
La empresa alemana Telekom AG, que ha cooperado durante un largo tiempo con Huawei, advirtió que si Alemania prohíbe el acceso de la empresa china al mercado alemán se arriesgaría a retardar el despliegue de la 5G y como resultado se quedaría detrás de China y EEUU en cuanto al desarrollo de esta tecnología.
El periodista destaca que existen buenas razones por las cuales los operadores de telecomunicaciones europeos deberían deshacerse de su desconfianza y continuar comprando el equipamiento de Huawei.
"La razón número uno consiste en que los servicios de Inteligencia china nunca han sido pillados espiando con ayuda de 'las puertas traseras' o 'implantes' en los equipos producidos en China", escribe.
Sondland y otros oficiales de EEUU alegan que la Ley china exige que las empresas del país asiático trabajen con los servicios de inteligencia de China. Huawei siempre rechazó estas afirmaciones.
No obstante, esta práctica existe en EEUU, recuerda el periodista. En el país norteamericano, según Bershidsky, la ley CALEA- Communications Assistance for Law Enforcement Act- requiere que los operadores y productores permitan el acceso de las agencias federales al tráfico. Y el exempleado de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) Edward Snowden reveló que la NSA había utilizado el equipamiento de telecomunicaciones estadounidenses para espiar.
El autor del artículo opina que Alemania no acudirá a la prohibición completa de Huawei y mantendrá el mercado abierto. Por eso los operadores podrán controlar mejor sus costes manteniendo la competencia entre los proveedores.
"El peligro de espionaje chino existe, pero la necesidad de Europa de impulsar el desarrollo de tecnologías móviles supera a esta amenaza", concluye.
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