El dólar sigue siendo la divisa más sobresaliente en el comercio internacional, pero cada año que pasa surgen más y más factores que acaban jugando en contra de ella. Es la conclusión a la que llega el Liberty Street Economics, el blog sobre actualidad económica de la Reserva Federal de EEUU.
Las caídas en el mercado de valores estadounidense se suceden con el ya habitual temor de los inversores, lo que arrastra consigo los mercados de terceros países. Junto a cada una de esas caídas las voces que abogan por reformar el sistema internacional de divisas y encontrar una alternativa para el dólar se alzan cada vez con más fuerza, publica Liberty Street Economics.
"El surgimiento de una alternativa al dólar plausible podría ser una señal de fuerza en otras economías y en otros sistemas financieros, lo cual es positivo", señala el blog de la Reserva Federal.
En concreto, se propone utilizar los derechos especiales de giro (DEG) de la Reserva Internacional de Divisas, un activo creado en 1969 por el Fondo Monetario Internacional. El DEG se puede intercambiar por monedas de libre uso. A octubre de 2016, el valor del DEG se basa en una cesta de cinco monedas: el dólar, el euro, el renminbi /yuan chino, el yen japonés y la libra esterlina. Una docena y media de organizaciones regionales e internacionales utilizan el DEG como unidad de cuenta a la hora de fijar precios y tarifas.
Con la idea crear una nueva moneda internacional basándose en el DEG —creado inicialmente para reemplazar al oro en las transacciones internacionales— se alzó ya en 2009 China. Pero a partir del estallido de la crisis y la posterior recuperación económica esa idea perdió actualidad. Hasta la guerra comercial entre el gigante asiático y Estados Unidos, explica la columnista de la versión rusa de Sputnik Natalia Dembínskaya.
Los expertos siguen sin ponerse acuerdo sobre si esa divisa artificial podría convertirse en la sustituta del dólar con todas las de la ley. Pero en todo caso los diferentes bancos centrales, mientras tanto, están adoptando medidas muy concretas para cerrar la puerta al billete verde, como reducir su participación en las reservas internacionales. Aquellos bancos centrales que mantienen una considerable parte de sus reservas internacionales en dólares comenzarán a deshacerse de ellos más rápidamente, según los expertos.
El estatus actual del dólar como principal divisa de reserva permite aislar a la economía estadounidense de las turbulencias externas (…) Que pierda su papel de moneda dominante en el mercado internacional traerá consecuencias negativas, primero, al emisor, es decir, Estados Unidos", explicó la vicepresidenta de la Reserva Federal de Nueva York, Linda Goldberg, en 2011.
Además, como recordó a Bloomberg en octubre de 2018 Ulf Lindhal, director de A. G. Bisset Associates, para 2024 el valor del dólar caerá un 40% en relación con el euro. Los analistas del banco de inversión estadounidense JPMorgan Chase han calculado que esa caída comenzará a finales de 2019 y pronostican que la divisa no podrá romper esa tendencia.
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