La situación en la frontera indo-pakistaní se está agravando. Este 27 de febrero ambos países se derribaron aviones mutuamente y se han colocado al borde de una guerra. Lo más preocupante de esta situación es que los dos estados beligerantes poseen armas nucleares y la amenaza de una guerra sin cuartel luce cada vez más probable.
Prehistoria del conflicto
La región donde se desarrollan los enfrentamientos se llama Cachemira. La disputa por este territorio se remonta a la época cuando el dominio que incluía a los actuales India y Pakistán obtuvo la independencia del Imperio británico en 1947 y se dividió en dos estados independientes.
Se preveía que a los monarcas de los principados de la India se les ofrecería la oportunidad de elegir entre el nuevo estado musulmán, Pakistán, y la India, o recibir la independencia.
La situación era bastante difícil en el principado de Jammu y Cachemira, donde la mayoría de la población era musulmana, mientras que el monarca era hinduista. Él prefirió que su principado se convirtiese en un país independiente, pero cambió su posición cuando empezó un levantamiento en su dominio.
A la rebelión pronto se sumaron los combatientes de Pakistán que incursionaron en el territorio del principado para ayudar a sus correligionarios. En estas condiciones, el monarca de Jammu y Cachemira solicitó a Nueva Delhi que le brindara ayuda y expresó su voluntad de unirse al territorio de la India.
Así comenzó la primera guerra entre la India y Pakistán que duró entre octubre de 1947 y enero de 1949. El conflicto produjo miles de muertos y la división de Cachemira entre los dos países. En particular, la parte india estableció su control sobre el 60% del territorio del antiguo principado, el resto pasó a formar parte de Pakistán. Una menor porción de Cachemira hoy está controlada por China.
Así comenzó la primera guerra entre la India y Pakistán que duró entre octubre de 1947 y enero de 1949. El conflicto produjo miles de muertos y la división de Cachemira entre los dos países. En particular, la parte india estableció su control sobre el 60% del territorio del antiguo principado, el resto pasó a formar parte de Pakistán. Una menor porción de Cachemira hoy está controlada por China.
La guerra estalló de nuevo en 1965 y luego en 1971; esta última fue el conflicto armado más sangriento entre las dos partes. Duró dos semanas, causó más de 10.000 víctimas mortales, y culminó con la victoria de la India y la independencia de Pakistán Oriental, hoy conocido como Bangladés.
Desde entonces la situación no ha mejorado: la región vivió una serie de enfrentamientos fronterizos que casi desencadenaron una nueva guerra. Además, los dos países se convirtieron en potencias atómicas. La India realizó su primera prueba nuclear en 1974, mientras que Pakistán lo hizo en 1998.
En el 2017 los separatistas de Cachemira llamaron a boicotear las elecciones a la Cámara Baja del Parlamento indio: los disturbios causaron ocho muertes y centenares de detenidos. Unos 70 colegios electorales se cerraron antes de lo previsto. Los comicios contaron con una participación de solo 7% del censo y de hecho fueron frustrados.
Desde entonces la situación no ha mejorado: la región vivió una serie de enfrentamientos fronterizos que casi desencadenaron una nueva guerra. Además, los dos países se convirtieron en potencias atómicas. La India realizó su primera prueba nuclear en 1974, mientras que Pakistán lo hizo en 1998.
En el 2017 los separatistas de Cachemira llamaron a boicotear las elecciones a la Cámara Baja del Parlamento indio: los disturbios causaron ocho muertes y centenares de detenidos. Unos 70 colegios electorales se cerraron antes de lo previsto. Los comicios contaron con una participación de solo 7% del censo y de hecho fueron frustrados.
La reciente escalada
El 14 de febrero del 2019 la organización yihadista Jaish-e Mohammed, que busca la secesión de Cachemira completa de la India y su incorporación en Pakistán, perpetró un ataque terrorista en la parte india de la región. Un automóvil con 300 kilogramos de explosivos chocó contra un autobús en el que viajaban efectivos de la policía militarizada india.
El ataque terrorista se cobró la vida de 45 agentes. Después del atentado, Nueva Delhi acusó a Islamabad de apoyar a los grupos terroristas, pero el Gobierno pakistaní rechaza estas acusaciones. El 26 de febrero el Ministerio de Exteriores de la India informó que la Fuerza Aérea del país había realizado ataques contra Jaish-e Mohammed en el territorio pakistaní.
Según Reuters, el ataque aéreo indio aniquiló a unos 300 milicianos del grupo terrorista. El ataque fue realizado contra una localidad ubicada a 50 kilómetros dentro de los límites de Pakistán. La India no había hecho algo similar desde la guerra de 1971.
Los eventos de este 27 de febrero se desarrollaron muy rápido. Según la versión del Ministerio de Exteriores indio, los aviones pakistaníes violaron el espacio aéreo de la India en la mañana. En respuesta los aviones de la Fuerza Aérea india alzaron el vuelo para interceptar las aeronaves enemigas.
Como resultado, se desencadenó un verdadero combate aéreo entre los aviones de los dos países. Un avión de la Fuerza Aérea pakistaní y un MiG-21 indio fueron derribados. Al piloto de este último lo tomaron como rehén.
Inicialmente los medios informaron que el avión pakistaní derribado era un F-16, pero esta noticia fue confirmada de manera oficial. Islamabad afirma que derribó dos aeronaves militares indias.
Pakistán cerró su espacio hasta la medianoche del 1 de marzo.
Islamabad subraya, entre otras cosas, que no busca una escalada. El primer ministro pakistaní, Imran Khan, llamó a los dos Gobiernos a sentarse en la mesa de negociaciones e insinuó que dos potencias nucleares no pueden permitirse ir a la guerra.
"La historia nos dice que las guerras están llenas de errores de cálculo. Mi pregunta es si podemos permitirse un error de cálculo teniendo en cuenta las armas que tenemos", declaró el jefe del Gobierno pakistaní en su discurso a la nación transmitido por la televisión.
El ataque terrorista se cobró la vida de 45 agentes. Después del atentado, Nueva Delhi acusó a Islamabad de apoyar a los grupos terroristas, pero el Gobierno pakistaní rechaza estas acusaciones. El 26 de febrero el Ministerio de Exteriores de la India informó que la Fuerza Aérea del país había realizado ataques contra Jaish-e Mohammed en el territorio pakistaní.
Según Reuters, el ataque aéreo indio aniquiló a unos 300 milicianos del grupo terrorista. El ataque fue realizado contra una localidad ubicada a 50 kilómetros dentro de los límites de Pakistán. La India no había hecho algo similar desde la guerra de 1971.
Los eventos de este 27 de febrero se desarrollaron muy rápido. Según la versión del Ministerio de Exteriores indio, los aviones pakistaníes violaron el espacio aéreo de la India en la mañana. En respuesta los aviones de la Fuerza Aérea india alzaron el vuelo para interceptar las aeronaves enemigas.
Como resultado, se desencadenó un verdadero combate aéreo entre los aviones de los dos países. Un avión de la Fuerza Aérea pakistaní y un MiG-21 indio fueron derribados. Al piloto de este último lo tomaron como rehén.
Inicialmente los medios informaron que el avión pakistaní derribado era un F-16, pero esta noticia fue confirmada de manera oficial. Islamabad afirma que derribó dos aeronaves militares indias.
Pakistán cerró su espacio hasta la medianoche del 1 de marzo.
Islamabad subraya, entre otras cosas, que no busca una escalada. El primer ministro pakistaní, Imran Khan, llamó a los dos Gobiernos a sentarse en la mesa de negociaciones e insinuó que dos potencias nucleares no pueden permitirse ir a la guerra.
"La historia nos dice que las guerras están llenas de errores de cálculo. Mi pregunta es si podemos permitirse un error de cálculo teniendo en cuenta las armas que tenemos", declaró el jefe del Gobierno pakistaní en su discurso a la nación transmitido por la televisión.
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