El 1 de diciembre en China entra en vigor la ley que limita la exportación de artículos y tecnologías sensibles, entre ellos los drones, la robótica y los algoritmos de inteligencia artificial. Las empresas deben obtener un permiso especial de las autoridades antes de exportar estos bienes o negociar la transferencia de tecnologías.
Esta nueva ley fue elaborada en respuesta a las acciones de EEUU que limitan el acceso del país más poblado del mundo a las tecnologías estadounidenses. La Administración de Donald Trump restringió la exportación de artículos clave para el gigante tecnológico chino Huawei y otras compañías. Concretamente se prohibió exportar los chips en cuya producción se apliquen las tecnologías y el software de EEUU. Además, para Huawei fue limitado el acceso a otros productos de las empresas estadounidenses, incluido el sistema operativo Android y los productos de Google Play.
El país norteamericano también amplió la lista de tecnologías y artículos de doble propósito que se someterán al control de las exportaciones. Antes también ya había restringido las exportaciones de productos militares, pero hasta este año su lista había sido limitada. Desde abril de 2020 la exportación a China de cualquier producto que pueda ser teóricamente utilizado en el ámbito militar también está restringida. Rigiéndose por estas nuevas reglas los EEUU habla de su disposición de limitar la exportación de equipos y tecnologías para el fabricante chino de chips SMIC, que supuestamente podrían usarse con fines militares.
En estas condiciones las acciones de China para limitar sus exportaciones de tecnologías podrían considerarse como una respuesta a las medidas estadounidenses. Hasta ahora Pekín no había renovado la lista de productos para cuya exportación se requiere un permiso especial. Pero después del agravamiento de la batalla tecnológica entre China y EEUU, esta lista se amplió a los drones y los productos de inteligencia artificial, entre otros.
En la nueva ley no se indican los productos que se someterán a las restricciones. El Ministerio de Comercio de la República Popular China está redactando una lista especial. El documento también regula los principios de selección de las mercancías sensibles a la exportación, tomando en consideración, entre otros aspectos, la influencia de la exportación sobre los intereses nacionales y la seguridad, los compromisos internacionales, los países de destino de las exportaciones, los consumidores finales de mercancías, así como el historial crediticio de las empresas exportadoras.
En el documento incluso se destaca que, en respuesta a las acciones de algún país orientadas a vulnerar los intereses nacionales y la seguridad de China, Pekín podría tomar unas medidas proporcionales para las exportaciones. Las empresas que infrinjan las restricciones para las exportaciones podrían ser multadas con hasta de 5 millones de yuanes (más de 700.000 dólares) o privadas del permiso para exportar, y en algunos casos graves podrían someterse a una persecución judicial.
En este caso China, al igual que EEUU, publicó de manera intencionada una ley ambigua. Pekín quiere reservarse la posibilidad maniobrar, en función del desarrollo de las relaciones con Washington. Hasta el momento China ha actuado de forma moderada, opina Xu Canhao, profesor del Instituto de Ciencias de Computación Electrónica y Tecnologías de la Universidad de Suzhou.
"Creo que las medidas de respuesta por parte de China aún están relativamente limitadas", destaca el experto.
Canhao explica que de momento el gigante asiático no ha desarrollado unas medidas importantes para agravar el enfrentamiento.
"De hecho, China no quiere ninguna división tecnológica, esperamos que todo el mundo colabore y promueva conjuntamente el multilateralismo", afirma.
Xu Canhao destaca los esfuerzos que ha hecho su país y asegura estar a favor de una moderación en la formulación de nuevas estrategias en base de la cooperación.
"Si el mundo opta por las restricciones tecnológicas y el enfrentamiento, será un gran error de la civilización humana", alerta el científico expresando su esperanza de que no sea así.
En muchas tecnologías fundamentales EEUU sigue por delante de China. Por lo tanto, el sistema de comercio global y los principios de división internacional, que estuvieron formándose durante muchas décadas, animaron a China a especializarse en los ámbitos donde el país tiene ventajas competitivas.
El país más poblado del mundo resultó ser dependiente de los chips estadounidenses y esquemas semiconductores, ya que desde hace varios años importa estos productos por un valor de 300.000 millones de dólares al año, lo que supera las importaciones del petróleo crudo.
EEUU, aprovechándose de su posición, presiona a China, ya que los chips se usan prácticamente en todos los ámbitos de la electrónica y la informática, empezando por los smartphones hasta las estaciones base. Pero incluso China dispone de productos necesarios para otros países, como los metales de tierras raras que, igual como los chips, se usan en la electrónica moderna y la maquinaria bélica, que incluye los cazas estadounidenses. Anualmente China produce 120.000 toneladas de los metales de tierras raras, lo cual constituye más del 60% de los suministros mundiales de este recurso.
Como escribe el periódico japonés Nikkei Asia, la nueva ley china puede estar destinada a limitar las exportaciones de los metales de tierras raras para ciertos países. China aún no ha usado este recurso como un instrumento de presión, ya que para Pekín es importante sostener una gran parte del mercado y ser un proveedor seguro. Por otra parte, China tiene competidores incluso en otros ámbitos, como las tecnologías cuánticas, la inteligencia artificial, el transporte no tripulado, a los cuales no aplicará el control sobre las exportaciones, ya que ocupan un lugar importante en el mundo, afirma el experto Xu Canhao.
En primer lugar, la nueva ley de China puede aplicarse al posible acuerdo entre Oracle y TikTok. El presidente de EEUU, Donald Trump, anteriormente firmó varios decretos ejecutivos sobre la restricción del funcionamiento de TikTok, amenazando con prohibir esta aplicación en el país norteamericano.
Desde el principio Pekín percibió las acciones de Trump como un intento de quitarle a los empresarios chinos una gran parte del exitoso negocio. Y aunque la empresa estadounidense Oracle expresó su voluntad de adquirir una participación en TikTok, y Trump incluso bendijo este acuerdo, la compañía Bytedance no tomó ninguna decisión definitiva. Puesto que la nueva ley limita las exportaciones de las tecnologías de la inteligencia artificial, aún no se sabe si algún acuerdo sobre la venta de esta popular aplicación puede verse afectado por la legislación china, sobre todo teniendo en cuenta que los algoritmos son la principal ventaja competitiva de Tik Tok.
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