“Irán no tiene ninguna intención de participar en una carrera armamentista en la región y comenzar una ola de compras, a pesar del fin de las restricciones del Consejo de Seguridad”, ha asegurado este martes el canciller persa, Mohamad Yavad Zarif, en un discurso ofrecido en una reunión virtual del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas a nivel de ministros de Asuntos Exteriores, que versaba sobre la situación en la región del Golfo Pérsico.
Respecto al fin del embargo de armas contra Irán —que expiró el domingo pese a las presiones de EE.UU.— Zarif ha saludado la negativa de la abrumadora mayoría de este organismo a secundar los esfuerzos de Washington por acabar con el pacto nuclear de 2015, de nombre oficial Plan Integral de Acción Conjunta (PIAC, por sus siglas en inglés), y la Resolución 2231 del ente que lo refrenda.
El jefe de la Diplomacia de Irán ha denunciado, por otra parte, la venta masiva de armas por parte de EE.UU. a ciertos países de Asia Occidental como la causa de la inestabilidad que vive la región en la actualidad. “La verdad es que la seguridad y la estabilidad nunca se pueden comprar”, ha subrayado.
En este sentido, ha lamentado que, entre 2014 y 2018, los Estados ribereños del Golfo Pérsico realizaran “casi una cuarta parte de las importaciones mundiales de armas, casi el doble en comparación con los cinco años anteriores”.
El canciller iraní ha alertado, no obstante, que el citado comercio de armas, por un valor de cientos de miles de millones de dólares, “no ha mejorado ni la seguridad de las potencias extranjeras ni de la región”.
De hecho, ha advertido, los actores extrarregionales solo buscan “expandir su presencia militar y vender más armas” en la zona y no, precisamente, para “proteger a nuestra gente”.
El máximo diplomático persa ha ratificado, de igual modo, la determinación de la República Islámica a ayudar a la recuperación de la paz regional.
En esta línea, ha destacado el plan presentado por el presidente iraní, Hasan Rohani, en septiembre de 2019, para crear una “Coalición de Esperanza”, como una iniciativa para mantener y fomentar la paz y la estabilidad para todos los residentes de la región del estrecho de Ormuz y el Golfo Pérsico.
Conforme ha señalado Zarif, la seguridad de esa zona “depende de la confianza en nuestros propios pueblos” y la cooperación de los países regionales.
Asimismo, ha enfatizado la necesidad de llevar a cabo “esfuerzos colectivos” para establecer diálogos destinados a garantizar la seguridad de la región y para evitar “toda turbación a las futuras generaciones”.
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