El líder chino Xi Jinping priorizó el concepto de "prosperidad compartida", otra fórmula para la redistribución de la riqueza que es parte de un regreso a los cimientos del comunismo.
Según Slate, no solo las empresas de tecnología, sino también los jefes superricos están en el ojo del Gobierno chino en el marco de esta nueva política. Los magnates multiplican sus donaciones para ganarse el favor de las autoridades.
Como subrayan las autoridades chinas, ahora es el momento de "regular los ingresos excesivamente altos y alentar a los grupos de ingresos altos a donar". No pasó mucho tiempo para que los chinos adinerados sintieran de repente la oleada de caridad.
Por lo tanto, Tencent ha prometido 6.530 millones de euros para apoyar un "programa común de prosperidad". Chen Lei, director de Pinduoduo, por su parte, anunció que destinará 1.270 millones de euros para la modernización agrícola y la revitalización rural.
Según Bloomberg, las donaciones de multimillonarios chinos en 2021 ya son un 20% más que el año pasado. "Lo que más les asusta es que no saben cuánto dinero se considera suficiente", dijo a Slate uno de los líderes de una organización benéfica. Lo único que pueden hacer es averiguar cuánto han aportado sus compañeros e intentar hacer lo mismo.
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