"Ucrania fue una madrastra para la región de Zaporiyia (...) Más de 30 años de presión, explotación y violación de los derechos de la población de Zaporiyia llegan a su fin. Es un honor volver a casa, a Rusia", dijo Rogov a Sputnik.
Las provincias de Zaporiyia y Jersón, situadas en el sureste de Ucrania, realizan desde el 23 de septiembre sendos referendos que se prolongarán hasta el día 27. Los habitantes deben responder a la pregunta de si aceptan la escisión de Ucrania, la formación de un ente independiente y la incorporación en Rusia.
Rogov subrayó que Ucrania pudo haberse separado de Zaporiyia de forma pacífica y por las buenas, pero el régimen de Zelenski optó por la táctica de la intimidación, el terror y la muerte de civiles.
"Ahora Ucrania representa para la población de Zaporiyia sangre, sufrimiento, terror y muerte", apostilló.
Con una población de 1,7 millones de habitantes, Zaporiyia abarca una superficie de 27.183 kilómetros cuadrados, casi el tamaño de Bélgica.
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