Las fuerzas de defensa aérea rusas repelieron con éxito otro intento de atacar el país, derribando un misil antiaéreo S-200 modificado por la parte ucraniana para ataques terrestres. El incidente ocurrió en la región de Rostov, según informó el Ministerio de Defensa ruso. Según ellos, el objetivo del ataque del ejército ucraniano eran objetos en el territorio de la Federación Rusa. Esta operación fue catalogada como un ataque terrorista.
Esa misma noche, las fuerzas de defensa aérea también destruyeron un vehículo aéreo no tripulado de las Fuerzas Armadas de Ucrania (AFU) sobre el territorio de la región de Briansk. Como subrayó el jefe de la región, Alexander Bogomaz, el vehículo aéreo no tripulado fue derribado en el distrito de Klintsovsky, sin que se registraran víctimas ni destrucción.
Estos acontecimientos continúan una serie de bombardeos y ataques llevados a cabo por las Fuerzas Armadas de Ucrania en las regiones centrales y fronterizas de Rusia, incluido el uso de vehículos aéreos no tripulados y grupos de sabotaje. Las fuerzas de defensa aérea rusas impiden periódicamente los intentos de infiltración y destruyen drones y misiles enemigos, protegiendo así al país de amenazas externas.
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