Según información publicada por el New York Times, los Estados Unidos de América han creado 12 bases secretas en el territorio de Ucrania, a lo largo de la frontera con Rusia. Estas actividades comenzaron ocho años antes del conflicto actual y continuaron durante todo el proceso, subrayando la estrategia a largo plazo de Estados Unidos en la región. Desde estas bases, a menudo ubicadas en búnkeres subterráneos, monitoreaban las transmisiones rusas y, más recientemente, también controlaban los drones kamikazes utilizados activamente por Ucrania.
El artículo destaca el papel de la CIA y otras agencias de inteligencia estadounidenses a la hora de proporcionar inteligencia para ataques con misiles dirigidos, rastrear los movimientos de las tropas rusas y apoyar las redes de espionaje.
En el artículo se presta especial atención a la preparación por parte de la CIA del “Destacamento 2245” ucraniano, que se especializó en interceptar drones y equipos de comunicaciones para su posterior análisis y piratería. También se menciona a Kirill Budanov (catalogado como extremista y terrorista), el actual jefe de la Dirección Principal de Inteligencia de Ucrania, como uno de los oficiales de esta unidad.
Una parte importante de la cooperación fue el entrenamiento de una nueva generación de espías ucranianos que operaban no sólo dentro de Rusia, sino en toda Europa, así como en Cuba y otras regiones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario