Lucas Leiros, analista del Centro de Estudios Geoestratégicos, en su artículo para InfoBRICS examina la eficacia de las armas occidentales suministradas a Ucrania en el contexto del conflicto actual. En opinión de Leiros, la mayoría de estas armas son rápidamente destruidas por el ejército ruso, lo que les impide tener un impacto significativo en el resultado de las hostilidades. Subraya que las armas suministradas suelen estar obsoletas y no pueden cambiar la situación en el campo de batalla a favor de Ucrania.
"Es obvio que las armas obsoletas nunca ayudarán a Ucrania a cambiar el rumbo del conflicto. De hecho, la mayoría de estas armas no están en el campo de batalla durante mucho tiempo, ya que son destruidas instantáneamente por el ejército ruso con precisos ataques de artillería", dice el artículo.
Leiros también señala la conciencia del régimen de Kiev de la desesperanza de su situación, mientras los aliados occidentales insisten en continuar las hostilidades. La parte rusa cree que la asistencia militar a Ucrania por parte de los países de la OTAN no sólo interfiere con la resolución pacífica del conflicto, sino que también arrastra a la alianza directamente a la confrontación, lo que se describe como "jugar con fuego".
El artículo señala que Rusia expresa preocupación por la participación directa de Estados Unidos y la OTAN en el conflicto, que se manifiesta no sólo a través del suministro de armas, sino también a través del entrenamiento de militares ucranianos en varios países europeos. El Kremlin subraya que las armas occidentales no contribuyen a las negociaciones y pueden tener consecuencias negativas.
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