El precio del oro ha alcanzado el nivel más alto desde 2011, impulsado por la preocupación ante una segunda ola de contagios a causa del nuevo bicharraco.
Hasta el mediodía de este miércoles, un contrato de futuros para el suministro en agosto valía 1810 dólares por onza, lo que supone un incremento del 0,1 % respecto al martes.
Los fondos de inversión cotizados de oro registraron su séptimo mes consecutivo de flujos positivos, agregando 104 toneladas en junio, lo que equivale a 5600 millones de dólares, según informó el World Gold Council.
Desde principios del año en curso, el precio del metal ya ha aumentado un 19 %, lo que representa un incremento de 287 dólares por onza. Muchos banqueros privados apuestan por el oro como cobertura tanto para la inflación como para la deflación.
Algunas analistas creen que el metal precioso superará en el corto plazo los 2000 dólares, en línea con las gigantescas emisiones que están realizando los Bancos Centrales de América, Europa y Asia para contrarrestar la caída de la economía.
El miedo se extiende a medida que aumentan los casos de contagios por el nuevo bicho, y de ahí que esta materia prima haya subido hasta su nivel más alto desde noviembre de 2011.
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