El índice general del dólar ha bajado un 10% desde mediados de marzo. La mayoría de los bancos pronostica que esta tendencia continuará, aunque algunos expertos opinan que estos pronósticos son exagerados.
En particular, son cuatro los factores que se presentan como algunos de los posibles desencadenantes de la devaluación de la moneda estadounidense.
En primer lugar, los inversores ya no perciben el dólar como una moneda refugio en el contexto del inicio de la vacunación, afirma Barry Eichengreen, escritor y profesor de economía y ciencias políticas en la Universidad de California en Berkeley.
El especialista recuerda que el dólar se fortalece cuando aumenta la incertidumbre, como sucedió en marzo. Ahora, con el lanzamiento de las vacunas, la peor incertidumbre relacionada con la pandemia ha quedado atrás.
No obstante, incluso si hubiera cierta incertidumbre sobre la fabricación, distribución y aceptación de las vacunas, seguramente no será lo suficiente como para justificar una caída del 20% del dólar, pronosticada por algunos economistas, destaca Eichengreen.
En segundo lugar, está la política monetaria de la Reserva Federal de EEUU de relajación continua. Ha sido más agresiva que la de otros bancos centrales en la expansión de su balance, señala el experto. Sin embargo, los demás bancos aún no han terminado con sus medidas de relajación económica. El Banco Central Europeo, por ejemplo, parece ser reacio a conferir al euro de fortaleza adicional y ha señalado que actuará para limitar la apreciación de la moneda.
En tercer lugar, está el doble déficit presupuestario y de cuenta corriente de EEUU, que debe financiarse con la importación de capital del exterior. Según el economista, atraer esa financiación requiere hacer más atractivos los activos estadounidenses, y para ello hace falta abaratar el dólar.
De acuerdo con Eichengreen, la misma hipótesis del doble déficit era popular antes de la crisis financiera por parte de los que pronosticaban la caída del dólar. Pero aquello no acabó ocurriendo y tampoco hay razones para pensar que ocurra ahora, asegura. Una de las razones es que, si bien los ahorros del Gobierno estadounidense han caído, los privados aumentan.
Por último, muchos expertos predicen el fin del dominio geopolítico estadounidense, por lo que el dólar puede perder su condición de moneda líder mundial.
"La hegemonía global de EEUU desde la Segunda Guerra Mundial fue una base importante del estatus del dólar como moneda mundial líder. Esa posición dominante ahora ha sido socavada por el unilateralismo errático del presidente, Donald Trump. Otros países ven a EEUU como una democracia dañada y un socio de alianza poco confiable", señala Eichengreen en el Financial Times.
Ante tal panorama, el yuan se presenta como una alternativa viable a la moneda estadounidense para algunos expertos.
No obstante, Eichengreen opina que el presidente entrante, Joe Biden, podría deshacer parte de este daño volviendo a comprometerse con el multilateralismo y sus socios de la alianza. También afirma que la moneda china aún tiene un largo camino por recorrer para ocupar el lugar que el dólar ocupa en la cartera de los inversiones.
Por lo tanto, "sería tonto apostar por la continua caída del dólar", opina el experto.
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