El secretario general del Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá), en una entrevista concedida este domingo a la cadena local Al Mayadeen, ha asegurado que atacar a los dirigentes de Hezbolá es un objetivo común de Israel, Estados Unidos y Arabia Saudí.
En este sentido, Nasralá recuerda que el príncipe heredero saudí, Muhamad bin Salman, intentó convencer al presidente saliente de EEUU, Donald Trump, de que aprobara una operación israelí para asesinarle. “Nuestros datos e informaciones confirman que Arabia Saudí ha instigado mi asesinato durante mucho tiempo, y como mínimo, desde la guerra en Yemen”, ha precisado.
Al señalar que Arabia Saudí “no actúa con razón sino con odio”, especialmente en los últimos años, el líder de Hezbolá ha afirmado que los saudíes ofrecieron costear las guerras de Israel si este régimen lograba matar a Nasralá.
Al respecto, Nasralá ha alertado del papel desestabilizador del reino árabe en la región de Asia Occidental y acusado a los saudíes de cómplices de los crímenes de Estados Unidos e Israel en la zona. Asimismo, ha denunciado que Riad ha patrocinado, en los últimos años, miles de atentados suicidas con bombas en Irak.
Al ser preguntado sobre las eventuales medidas que puede tomar Trump en los últimos días de su mandato, ha advertido que, dado su “estado de locura y enojo”, no se puede predecir qué puede hacer. “Debemos tratar el resto del tiempo del mandato de Trump con precaución y atención”, ha avisado.
No obstante, ha puesto de relieve que todas estas declaraciones y acciones forman parte de la guerra psicológica de EE.UU. y el régimen de Israel contra la Resistencia.
Asesinato de Soleimani, un complot estadounidense-saudí-israelí
En otro momento de sus declaraciones, Nasralá ha enfatizado que Estados Unidos mató al general iraní Qasem Soleimani y al comandante iraquí Abu Mahdi al-Muhandis a petición de Arabia Saudí y el régimen de Israel.
“El asesinato criminal del general Soleimani no fue solo un crimen estadounidense, sino creo que Israel y Arabia Saudí también son culpables de este crimen, incluso si su papel fue simplemente provocar que Washington lo cometiera”, ha recalcado el líder de Hezbolá.
El teniente general Qasem Solemaini, comandante de la Fuerza Quds del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica de Irán, y el subcomandante de las Unidades de Movilización Popular de Irak (Al-Hashad Al-Shabi, en árabe), Abu Mahdi al-Muhandis, fueron asesinados el 3 de enero pasado en un ataque de Estados Unidos en Bagdad (capital de Irak).
Esa agresión generó un consenso contra Washington, tanto en Irak como en Irán. Varios movimientos iraquíes la consideraron una “violación de la soberanía” de su país, mientras las autoridades persas la tildaron de un “acto de terrorismo internacional” y aseguraron una dura venganza contra los criminales de “la cara internacional de la Resistencia”.
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