Según ha dicho este jueves Putin, Rusia cuenta con un armamento “para el cual, este sistema de defensa antimisiles [de Estados Unidos] no es un obstáculo”.
El líder ruso también ha asegurado que su país contará con el armamento necesario para frenar las futuras amenazas que podrían representar las armas hipersónicas norteamericanas.
En este sentido, ha mencionado el misil hipersónico Kinzhal, explicando que es muy difícil de interceptarlo, además de relevar la importancia del misil Avangard, con una ojiva planeadora capaz de alcanzar una velocidad de desplazamiento de 27 Mach —más de 30 mil kilómetros por hora— y atravesar cualquier escudo antimisiles. Asimismo, ha elogiado la fuerza del sistema láser de combate Peresvet, un potente dispositivo de interferencia, capaz de atacar objetivos en el aire.
Aunque Washington “todavía no tiene armas hipersónicas”, ha dicho, “por supuesto, las desarrollará” y Rusia se está preparando para ese momento.
Putin también ha informado que el misil balístico intercontinental RS-28 Sarmat será presentado en el año 2021. “El trabajo en el misil pesado Sarmat se lleva a cabo activamente, y está en la etapa final”, ha aseverado.
Las declaraciones del mandatario ruso se han producido en medio de la escalada de tensiones entre EE.UU. y Rusia, y pocos días después de que el país euroasiático realizara, con éxito, una prueba del misil hipersónico Tsirkon, lanzado desde el mar Blanco contra un objeto, situado en la costa a unos 350 kilómetros.
De hecho, Rusia se está dedicando a modernizar sus equipos militares y a mejorar su capacidad ofensiva y defensiva, dadas las tiranteces que mantiene con el Occidente por temas como las crisis en Siria y Ucrania, situaciones que han conducido a ambas partes al borde de la guerra.
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