“El Gobierno alemán no cambiará su posición sobre el Nord Stream 2”, dijo el lunes el ministro de Asuntos Exteriores de Alemania, Heiko Maas, en referencia al próximo cambio de poder en la Casa Blanca de la mano del recién elegido presidente demócrata, Joe Biden.
En declaraciones recogidas por el periódico germano Spiegel, Maas dejó claro que Berlín no cederá ni un ápice de su postura en la disputa sobre la construcción de la segunda fase del ducto Nord Stream 2 que llevará gas natural de Rusia a países europeos a través del mar Báltico.
El gasoducto Nord Stream 2, valorado en más de 11 mil millones de dólares, es la segunda conexión de este tipo impulsado por una alianza de empresas de Rusia, Alemania, Austria, Francia y los Países Bajos, que conectará a los dos primeros países por el fondo del mar Báltico —después de la inauguración de la primera en 2011—.
La mega infraestructura, concebida para diversificar las rutas del suministro del gas ruso a Europa y elevar la seguridad energética permitiendo a Rusia eludir el paso del gaseoducto por Polonia y Ucrania, consta de dos ramales para transportar hasta 55 mil millones de metros cúbicos de gas natural anuales a Alemania.
Desde la llegada del actual presidente en funciones de EEUU, Donald Trump, al poder en 2017, Washington ha venido imponiendo una serie de sanciones, o en su caso, amenazando a los contratistas que estaban involucrados en la construcción del gaseoducto, a fin de evitar que la colosal estructura se haga realidad.
Biden, al igual que su predecesor en la Casa Blanca, rechaza la finalización de las obras del proyecto, ya que Estados Unidos se opone al nuevo gasoducto porque busca por todos los medios a su alcance vender a Europa el gas natural licuado (G-N-L) de sus yacimientos de esquisto, en especial a países europeos como Polonia, Letonia o Lituania.
Rusia reanudó este mes de diciembre la construcción del segundo ramal del gaseoducto, que está completo en un 94 %, después de una pausa de un año provocada por las sanciones estadounidenses vigentes.
Si bien Alemania busca un nuevo comienzo con Washington en la Administración de Joe Biden, el jefe de la Diplomacia alemana subrayó que puede haber conflictos con Estados Unidos en el futuro sobre este mega proyecto en concreto, no obstante, resaltó que lo importante es que las dos partes se alinean en cuestiones estratégicas y geopolíticas clave.
Al término de la entrevista, Maas volvió a instar a Estados Unidos a respetar la soberanía europea en ciertas cuestiones que no le incube a Washington, en absoluto.
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