Irán está acumulando sus activos de defensa aérea para proteger las instalaciones nucleares, por temor a un posible ataque por orden del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, escribe el medio kuwaití Al-Qabas.
Se han detectado sistemas de misiles antiaéreos de fabricación rusa cerca de la planta de enriquecimiento de uranio de Fordo, a 150 km de Teherán, así como en Natanz.
El canciller iraní, Mohammad Javad Zarif, advirtió que un ataque estadounidense podría provocar un conflicto en la región "mucho peor" que la guerra en Irak.
El diplomático prometió que el jefe de la Casa Blanca "asumirá toda la responsabilidad de cualquier aventurerismo".
"La última vez Estados Unidos destruyó nuestra región debido a la fabricación de armas de destrucción masiva, gastando siete billones de dólares y cobrando 58.976 vidas estadounidenses", agregó el canciller iraní.
Las fuerzas de defensa aérea iraníes están armadas con sistemas de defensa aérea rusos S-300 y Tor, sistemas de misiles y cañones antiaéreos Pantsir-S1, MIM-23 Hawk estadounidense, cañones antiaéreos automatizados suizos Oerlikon GDF-005 y sistemas de misiles tierra-aire británicos Rapier.
La situación se agravó esta semana cuando el submarino nuclear de la clase Ohio USS Georgia con misiles de crucero ingresó al estrecho de Ormuz. Fue acompañado por los cruceros de misiles de la Marina de Estados Unidos U-S-S Port Royal, y, U-S-S Philippine Sea.
El submarino Georgia es una de las plataformas más versátiles de la Marina de EEUU. Está armada con 154 misiles de crucero BGM-109 Tomahawk.
A principios de esta semana, Trump amenazó a Irán después de los ataques con misiles contra la Embajada de Estados Unidos en Bagdad. "Un consejo amistoso para Irán: si un estadounidense muere, culparé a Irán. Piensen bien", subrayó el presidente de Estados Unidos en su cuenta de Twitter.
El secretario de Estado, Mike Pompeo, también culpó a Teherán por el ataque, mientras que el Comando Central de Estados Unidos dijo que la operación militar "casi con certeza fue llevada a cabo por un grupo de milicias desequilibradas respaldadas por Irán".
Antes de irse, Trump, según los medios estadounidenses, está listo para ir a la guerra contra Irán. El motivo de la invasión será el programa nuclear declarado que se reanudó después del colapso del "acuerdo nuclear". El titular de la Casa Blanca ha planteado repetidamente la cuestión de cómo destruir la planta en Natanz.
Según el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), después de la negativa de la República Islámica de cumplir con los términos del Plan de Acción Integral Conjunto, el país ha aumentado las existencias de uranio altamente enriquecido (apto para armas).
No hay datos confirmados sobre los planes estadounidenses, pero Israel reconoció que había recibido instrucciones para prepararse para un posible enfrentamiento. Estados Unidos desplegó bombarderos estratégicos B-52H Stratofortress en Oriente Medio. El Comando Central de Estados Unidos (CENTCOM) dijo que los aviones de combate llegaron a la región "para contener la agresión y apoyar a los aliados".
Según informes de los medios estadounidenses e israelíes, la planta de Fordo se encuentra de 80 a 90 metros por debajo de las rocas. Según la versión oficial de Teherán, el uranio se enriquece solo hasta el 20% del nivel (combustible nuclear), así como con fines médicos y de investigación. Sin embargo, la comunidad internacional teme que en Fordo el uranio se enriquezca al 95%.
En Natanz, según la conclusión de los expertos del OIEA, funcionan al menos 4.000 centrifugadoras para el enriquecimiento de uranio.
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