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miércoles, 15 de septiembre de 2021

Buques chinos siembran el terror en Alaska: EEUU recibe cucharada de su propia sopa

Esta tarde se dieron a conocer imágenes de una supuesta flota de buques de guerra chinos navegando por la zona económica exclusiva de EEUU en la región de Alaska. Sin embargo, esto no es más que una probada de su propio chocolate para EEUU, pues este país bajo el pretexto de defender la libertad de navegación, de manera recurrente invade las aguas territoriales chinas donde los territorios en disputa de las islas Paracelso y Spratly.  Y yo me pregunto: ¿Qué tiene que estar entrometiendo sus narizotas EEUU al otro lado del mundo, donde ni le va, ni le viene?  

Así que, china no hace más que pagarle con la misma moneda a EEUU; pero este país lejos de reconocer su error, acusa a china de invadir su zona económica exclusiva cuando EEUU lo hace a diario con la zona económica exclusiva de china. Es más, EEUU ingresa a aguas administradas por Taiwán de manera regular, aun cuando esta isla es parte integral de China, que, aunque por el momento no sea administrada por Pekín y tengan un gobierno autónomo, la realidad es que esta isla es territorio de china y para ingresar a sus aguas se debe de tener el permiso explícito de Pekín, más si se trata de buques militares, pero EEUU ignora este hecho y sigue invadiendo aguas territoriales chinas actualmente administradas por el gobierno de Taiwán.  

Hasta hace muy pocos años Washington reconocía la soberanía plena de China sobre la isla de Taiwán, pero desde que tomara la presidencia de los EE.UU. el expresidente Donald Trump, esta situación ha cambiado y ahora EEUU cuestiona abiertamente la soberanía de china sobre Taiwán, dándole alas a la isla mediante el suministro de armas para que esta rete a Pekín.  Esto no es más que la continuación de la guerra comercial y tecnológica iniciada por el anterior presidente norteamericano contra el Gigante asiático; y esta reciente incursión de buques de guerra chinos a la zona económica exclusiva de EE.UU. no es más que la respuesta y, asimismo, representa un ultimátum de Pekín contra Washington. 

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