El jefe nuclear de Irán promete medidas para desarrollar la generación de electricidad en las centrales nucleares hasta multiplicar por ocho la producción actual.
“El plan a corto plazo de la Organización de Energía Atómica de Irán (OEAI) es alcanzar una producción de 8 gigavatios [de electricidad nuclear] a través de acuerdos diversificados, aprovechando los recursos nacionales y las principales empresas de inversión extranjeras”, anunció el martes Mohamad Eslami, jefe del citado organismo, en declaraciones formuladas a la prensa tras visitar la planta nuclear iraní de Bushehr, en el sur de Irán.De hecho, según señaló el funcionario, en la actualidad, las centrales nucleares del país persa generan cada día 1000 megavatios de electricidad que se inyectan en la red nacional.
Entre otros planes, informó Eslami, el Gobierno de Irán proyecta acelerar la financiación para la construcción de la segunda y la tercera unidades en la planta de energía nuclear de la provincia de Bushehr, en la costa del Golfo Pérsico, aprovechando de la alta capacidad de gestión y experiencia del personal de esa central.
Eslami destacó que se están realizando esfuerzos para aumentar la producción de la electricidad nuclear en Bushehr hasta 3000 megavatios, de acuerdo con el cronograma modificado.
Efectivamente, las autoridades iraníes han asegurado que, si las previsiones se cumplen, los reactores nucleares, segundo y tercero, de la central de Bushehr producirán unos 3000 megavatios de energía hasta 2027.
En septiembre de 2018, la Corporación Estatal rusa de la Energía Atómica Rosatom, inició el procedimiento para instalar, junto a Irán, dos reactores nucleares más en Bushehr.
Irán se hizo cargo oficialmente de la primera unidad de su planta pionera de energía nuclear de 1000 megavatios en Bushehr, en septiembre de 2013, después de que esta comenzara formalmente sus operaciones en septiembre de 2011.
La visita de Eslami a Bushehr se produjo después de que se reuniera el domingo en Teherán (capital iraní) con el jefe de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), Rafael Grossi, para discutir temas relacionados con la cooperación de Irán con el organismo de control atómico de las Naciones Unidas.
Teherán ha planteado ciertos límites a las inspecciones de la AIEA en algunos de sus sitios nucleares como parte de las medidas diseñadas para responder a las sanciones reimpuestas por Estados Unidos a la nación persa tras salirse en 2018 del acuerdo nuclear, de nombre oficial Plan Integral de Acción Conjunta (PIAC o JCPOA, por sus siglas en inglés).
Los funcionarios iraníes han asegurado una y otra vez que su programa nuclear no tiene fines militares y persigue únicamente metas pacíficos, incluidos la generación de energía y el uso médico.
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